El miércoles de la semana pasada, en el Congreso de los EU se llevó a cabo una audiencia que, como muchas otras, pudo haber pasado desapercibida. “Usted dijo que el gobierno de los Estados Unidos está en posesión de aeronaves que potencialmente tengan un origen no humano, basado en su experiencia y en sus conversaciones con expertos ¿Nuestro gobierno ha hecho contacto con extraterrestres inteligentes?” fue la pregunta realizada por la diputada republicana de Carolina del Sur, Nancy Mace, a David Grusch, exoficial de inteligencia de EU, y la respuesta fue un escueto “es algo que no puedo discutir en un entorno público”. Esto, por sí mismo, hubiera sido suficiente para cimbrar a cualquier persona medianamente interesada en las teorías conspirativas sobre vida extraterrestre, sin embargo, las preguntas que vinieron después fueron las que tendrían mayor impacto: “Si usted considera que tenemos aeronaves accidentadas ¿Tenemos los cuerpos de los pilotos?”, ante ello, el exoficial de inteligencia respondió simplemente que se había recuperado “material biológico” de dichos incidentes. Lo cual, así dicho, podría tener varias interpretaciones, pero cuando se le pregunto sobre el origen de este “material biológico” dijo algo que disipó cualquier duda, “el material biológico no era humano”. Después de esa pregunta se centraron en determinar cuál era la agencia responsable de ocultarle esta información al Congreso norteamericano, además de otras cuestiones administrativas y avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) de los que otras personas citadas a la audiencia pudieran dar testimonio. Durante décadas se supo de presuntos incidentes relacionados con OVNIs e incluso llegó a darse a conocer información sobre estos que después fue desmentida por autoridades superiores a las que la compartieron, tal es el caso del accidente en Roswell, Nuevo México de 1947; los avistamientos de luces sobre Washington, D.C. en los años 50s; el material revelado sobre objetos voladores vistos por pilotos durante la Segunda Guerra Mundial; entre muchos otros que están documentados por agencias gubernamentales y que gozan de la más amplia credibilidad que puede otorgar la oficialidad de un documento, algunos de los cuales han sido referidos por el periodista Jaime Maussán. Sin embargo, nunca habíamos tenido a exoficiales del gobierno de EU, bajo juramento, admitiendo que hay evidencia de seres capaces de pilotar naves que podrían ser de origen extraterrestre. Esto nos obliga a cuestionar la interpretación dominante de los acontecimientos ocurridos, por lo menos, durante la segunda mitad del siglo XX y los hechos que moldearon la política internacional, los papeles que juegan los diferentes gobiernos de países y épocas y las consecuencias que sus acciones tuvieron en la vida cotidiana de las personas durante generaciones, ya que, de lo dicho en las audiencias antes citadas, se revela que por lo menos existen entidades (humanas o no) capaces de desconcertar a la comunidad de inteligencia y seguridad nacional de la potencia dominante en el globo terráqueo. Ello implica el acceso a una tecnología que podría ser (o haber sido) determinante en el curso de los hechos definitorios del orden de poder de las naciones. Vale la pena destacar que el impacto social que ha generado esta revelación ha sido más o menos pálida frente a otros casos. Por su parte, es muy pronto para confirmar o negar cualquier cosa, pero la duda sobre la presencia de vida inteligente no humana continúa latente y las consecuencias de la incertidumbre social suelen ser, a su vez, difíciles de predecir. ¿Existen los extraterrestres? Bueno, una cuestión más para el debate, por si algo nos faltara.