Durante el fin de semana se reportaron hechos de nota roja en varios estados, pero destaca por el nivel de violencia extrema lo ocurrido en el municipio de Salvatierra, Guanajuato, lugar en que durante una posada ocurrió un ataque armado por diversos sujetos que apuntaron sus armas sobre un grupo de jóvenes inermes, provocando la muerte de más de una decena y resultando heridos varios más. Cabe destacar que durante el tiempo que duró el incidente, no se presentó jamás policía alguna, fue mucho tiempo después que llegaron las patrullas, tiempo excesivo para cualquier tipo de auxilio.
Esta constante de violencia en el territorio nacional da cabida a la reiterada exigencia de que se cuente con la presencia de fuerzas de seguridad locales y municipales. Es indispensable que México cuente con policías que acrediten mejores parámetros de eficiencia.
Son una necesidad imperante que representa para todas y todos, la diferencia entre llegar o no a casa. Para que dicho fortalecimiento sea una realidad, la experiencia señala que las y los elementos de las fuerzas de seguridad deben contar con el material y el respaldo institucional necesarios para que ellos mismos puedan considerarse seguros y en capacidad de responder ante cualquier amenaza. Así, por ejemplo, es necesario que cuenten, uniformes, seguridad social, prestaciones laborales, armamento, salarios suficientes y material forense adecuado para poder realizar las investigaciones, sin mencionar las capacitaciones y los cursos que los vuelven más competentes.
Aún cuando sabemos esto, todavía existen más de 600 municipios sin policía, y hay una entidad que cuenta con solo 69 patrullas de policía para poder realizar la labor de vigilancia, asimismo 385 instituciones de seguridad municipales no otorgan vacaciones, 70 no dan aguinaldo, 1099 no otorgan seguro de vida y 1095 no dan seguridad social para los elementos y sus familias y la diferencia entre lo que gana un oficial de policía municipal puede variar entre 18 mil 600 pesos y 5 mil 800, dependiendo de la entidad en la que se encuentre.
Si las cosas continúan de esta manera, los resultados serán insuficientes y desafortunadamente no existe un sustituto para su labor. Por más que las autoridades en materia de seguridad de la federación se encuentren equipadas, tanto por su número, como por su función y los delitos que persiguen, no pueden ser más que un complemento de lo que le corresponde a las entidades federativas.
Como todos los problemas complejos que enfrenta nuestro país, el de la seguridad requiere un trabajo conjunto, lo que significa que todas las fuerzas participantes deben ser aptas para atender lo que les corresponde y coordinarse con las demás para mejorar el estado de cosas general que les permita a las y los ciudadanos tener una vida más tranquila. Las fuerzas federales no están pensadas para que enfrenten solas la ola de violencia que aqueja a nuestro país y francamente este ha sido un llamado reiterado que no ha encontrado eco, pero no me cansaré de repetir que es indispensable que las policías locales y municipales aumenten y homologuen sus capacidades mientras eso no suceda no habrá un cambio en lo que vivimos.