En todo momento el hogar debe de ser refugio familiar y no calabozo de violencia.
En México a lo largo de los meses de cautiverio por la pandemia de Covid-19 se han elevado los casos de violencia contra la mujer, predominantemente en el seno del hogar.
Con motivo del 45 aniversario de la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, convocada por las Naciones Unidas, que dio como origen el Año Internacional de la Mujer, muchas reivindicaciones, derechos y condiciones de equidad se han logrado. No obstante, sigue siendo la violencia doméstica una deuda pendiente en tema de equidad de género y de respeto a derechos humanos.
En días pasados la Fundación Miguel Alemán, en su Programa de Equidad de Género, en coordinación con EL UNIVERSAL transmitieron por redes sociales una mesa redonda titulada “La violencia contra la mujer en tiempos de pandemia Covid-19”. Programa que está a cargo en forma compartida entre el dr. Sergio García Ramírez y la lic. Irma Cue.
Con la moderación de Guadalupe Gómez Maganda y las participaciones de especialistas de gran prestigio en el tema como, Layda Negrete, Vianney Fernández, Julieta Morales y Rosario Guerra Díaz, detallaron los más relevantes datos que considero de interés para compartir con nuestros amigos lectores. Se explicó que de las 46.5 millones de mujeres que hay en el país mayores de 15 años, tres cuartas partes han sufrido algún tipo de violencia física, emocional o verbal, tanto en lo laboral, vía pública o en el hogar.
De ellas, 79% no solicitó apoyo ni denunció el tipo de daño sufrido, y el 15% no supo que podía acudir a alguna instancia en su defensa, ya fuera en el orden público o en organizaciones no gubernamentales. Quizá el dato más lamentable es el incremento de 43% durante los meses de abril y mayo del presente año, que se registraron 73 feminicidios por mes en la zona metropolitana.
Esta lamentable cifra no es privativa de las zonas urbanas; el nivel de riesgo para la mujer en el hogar prevalece a lo largo del país.
Es evidente que la convivencia en un espacio limitado con restricciones de recursos económicos, laborales o en confinamiento genera tenciones de familia y de pareja, no obstante, la incapacidad de resolver diferencias por la vía del razonamiento llega a afectar en primer lugar a la mujer. En muchos estratos de la sociedad se mantienen roles y estereotipos que suponen todavía una asimetría en los derechos y la dignidad del hombre y la mujer.
La situación es tan preocupante que de marzo a junio del presente año, 14,599 mujeres acudieron a refugios, de acuerdo a la Red Nacional de Refugios. Muchas de ellas han quedado aisladas de quienes en condiciones normales pudieran ser agentes defensores en estas tensiones, pues se han suspendido hasta recientes fechas las instancias del Poder Judicial.
La tendencia de contagios y de defunciones por la pandemia registra en México cifras de importancia. No se prevé en el corto plazo una reducción importante de esta tendencia ni mucho menos un retorno a una normalidad total en las actividades laborales, sociales y de convivencia personal.
Es imperativo que de la misma manera que todos ponemos en práctica medidas sanitarias preventivas de contagio, en el seno del hogar se impongan códigos inquebrantables de respeto a la dignidad y a la integridad física de la mujer; #niunamas.
Rúbrica. Dilema estadounidense. Pocas veces como hasta ahora la elección presidencial de Estados Unidos ha significado tanto riesgo o tanta esperanza para la democracia.
Político y escritor. @AlemanVelascoMarticulo@alemanvelasco.org