Un pueblo que no respeta a sus mujeres es un pueblo que no respeta la ley y atenta contra su futuro.

En 1947 el presidente Miguel Alemán reconoció el derecho de la mujer al voto, como el paso inicial de la equidad de género en el escenario político.

Desde entonces muchas son las reivindicaciones que ha logrado la mujer en el quehacer público, privado, intelectual y político. No obstante, es preocupante la tendencia creciente de violencia a la mujer y los feminicidios.

Por ello, el pasado 8 de agosto la Fundación Miguel Alemán, A.C. convocó a la presentación del foro Mujeres y Violencia, en donde participaron especialistas como: Candelaria Ochoa, Wendy Figueroa, María Salguero y Patricia Olamendi.

De sus intervenciones se desprende una llamada de alerta por la violencia de género.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública reportan que se ha incrementado de manera significativa el delito de feminicidio en lo que va de enero a junio de 2019; se registraron 448 casos.

Una cifra que lamentablemente muestra la tendencia creciente de este indicador de descomposición social.

De ahí la importancia de superar posiciones atávicas que presuponen una equivocada supremacía de lo masculino sobre lo femenino.

Esos criterios son del pasado. Hoy es imperativo incorporar en toda la sociedad una cultura de equidad de género, donde la equidad no sea una concesión sino un derecho consumado de respeto permanente a la mujer.

Una equidad que no confunda el cariño y el candor con debilidad, sumisión o desprecio.

Lamentablemente los feminicidios recaen en un enredado proceso policiaco, de investigación del delito y de justicia penal; este es el último eslabón de la cadena de violencia que se manifiesta con agresiones verbales, lesiones y homicidios en el entorno familiar, en grupos sociales y en los delitos impunes del crimen organizado.

Esta ola de violencia a la mujer ha trastocado las reglas fundamentales que regían hasta en los más sanguinarios capos de las mafias italianas en los Estados Unidos, que respetaban la santidad de la familia y la vida de las esposas e hijos de sus más acérrimos enemigos.

Muchos son los recursos y los trabajos de alta calidad profesional y académica dedicados a la investigación, al análisis, a la obtención de estadísticas confiables de reportes forenses y otros instrumentos de carácter jurídico y reformas a las leyes en materia penal, con el fin de elevar las sanciones que representa la cadena de feminicidios en nuestro país.

Complementariamente existen valiosos liderazgos de activismo social para llamar la atención de autoridades y de la ciudadanía con el fin de solucionar este grave flagelo que erosiona nuestros más profundos valores morales.

Por ello es imperativo fortalecer las políticas públicas de prevención, debido a que los esfuerzos realizados en la parte remedial nos arrojan resultados deficientes.

Amigo lector, lo invito a ser un promotor activo de un futuro libre de violencia de género, que permita que las mujeres puedan expresar libremente sus ideas, transitar con seguridad en sus ciudades y desarrollar sus capacidades, ilusiones y talentos sin discriminación, sin agresión física o que ponga en riesgo su vida.

La equidad de género debe asegurar que la mujer pueda elegir libremente el tipo de vida que desea llevar, y si así lo decidiera, ser gestadora de vida para transmitir los valores, tradiciones y cultura que son orgullo de nuestra identidad.

Esta es una causa donde debemos de estar comprometidos todos los mexicanos, sin distinción de partidos o gobiernos.

Rúbrica. Hablando de hombre a hombre. ¿Cómo es eso de que se creen más machos quienes para ofender se escudan en la famosa mentada de madre?

Político, escritor y periodista. @AlemanVelascoM.
articulo@alemanvelasco.org

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