El día de ayer se conmemoró un aniversario más del Día Internacional de la Mujer. Esta fecha tiene un significado de la mayor importancia en virtud de las graves vicisitudes internacionales que han alterado la paz mundial. La crisis derivada de la invasión militar de Rusia a Ucrania no sólo amenaza con destruir instalaciones militares y la estabilidad de un gobierno democrático, sino que de manera importante ha separado familias y ha forzado a las mujeres ucranianas a emigrar con sus hijos en la búsqueda de un país que les ofrezca refugio.
En el año de 1947 por primera vez se reconoció en México el derecho de la mujer al voto para participar en elecciones democráticas de nivel municipal y estatal durante el mandato del presidente Miguel Alemán Valdés. Dese entonces y hasta la fecha el camino de la equidad de género ha sido difícil y lento.
En diversas partes del mundo prevalecen tradiciones, atavismos, y condicionamientos de género que rechazan, limitan y pueden llegar a castigar el anhelo de las mujeres a la equidad en sus derechos, su libertad, su integridad física y su dignidad.
En los años que lleva el siglo XXI la toma de conciencia a favor de la equidad y los derechos de la mujer han avanzado en muchos países.
Es necesario subrayar que existe una alta correlación entre sistemas democráticos, nivel educativo y progreso económico como elementos que permiten una mayor inclusión social de la mujer.
A la fecha 58 mujeres han sido galardonadas con las distintas categorías del Premio Nobel, y desde el fin de la Segunda Guerra Mundial 116 mujeres han ocupado los más altos cargos de gobierno en América, Europa, Medio Oriente, África, Asia, Indochina y Oceanía. Cabe señalar que de todas ellas son muy pocas las que han tenido que enfrentar un conflicto bélico en su mandato.
Actualmente de 32 naciones afiliadas a la OTAN 10 mujeres tienen la responsabilidad del Ministerio de Defensa. También es creciente el número de países que avanza en la equidad de género en cargos de elección popular o nombramientos de altos puestos de gobierno. Por su parte, en el sector privado el papel de la mujer registra avances importantes, de las 500 empresas más grandes del mundo de la Revista Fortune, 41 mujeres son las presidentas del Consejo en sectores de alta tecnología automotriz, alimentos, desarrollo científico, electrónica, telecomunicaciones y muchas más.
Estas son muestras que indican que se avanza en el camino correcto y que es necesario acelerar el paso mediante cambios fundamentales en los modos de pensar que aún se resisten a reconocer y a abrir los caminos para la superación de la mujer, el respeto a su integridad física y a su dignidad.
Es necesario entender que los puestos de decisión que ocupa la mujer no son espacios cedidos para cumplir con una estadística o un requisito de conveniencia, sino que deben ser logrados porque existen las condiciones suficientemente libres y amplias para alcanzarlos. Pero más más allá de los cargos públicos, académicos, científicos, de pensamiento o de comunicación es fundamental que toda mujer en su espacio personal, doméstico, regional y social tenga el respeto a sus decisiones, lo que sigue siendo una asignatura pendiente en muchos países.
Estimados lectores, comparto estas reflexiones para reconocer a las mujeres por los espacios ganados y para apoyar a las actuales generaciones a construir un mundo de paz, de libertad y de equidad.
Rubrica. Idus de Marzo. Mucho está en juego si el Río Dniéper en Ucrania es el nuevo Rubicón de nuestros tiempos.
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