El siglo XX estableció un modelo de comunicación audiovisual cuya tendencia es irreversible. En algún momento se pensó que con el surgimiento de la televisión, la radio y la prensa escrita serían sustituidos y olvidados. No fue así, los teóricos de la comunicación demostraron que los medios son complementarios.

La información, entretenimiento, noticias, deportes, cultura se reconfiguraron en sus formatos para adecuarse a las características de este nuevo medio prodigioso, hipnótico y para muchos apasionante.

En sus orígenes, el diseño gubernamental de la televisión tuvo dos modelos, en Europa muchos países de corte democrático optaron por un sistema de control estatal, mientras que en Norteamérica y otros países tendría una vinculación comercial abierta, competitiva y diversificada. México eligió el camino de la televisión comercial.

Nuestro país destacó por las innovaciones de la televisión a color y los formatos de contenidos, en particular las telenovelas que desde entonces y durante décadas tuvieron una presencia destacada en los mercados internacionales.

Una de las características más importantes de la televisión ha sido la conformación de un mecanismo de comunicación noticiosa de alto grado de veracidad; hoy sometida a una crítica tanto en redes sociales como en medios impresos. La televisión hace testigos mundiales a los espectadores; por ejemplo, el asesinato del presidente Kennedy o la caída del Muro de Berlín, entre otros.

Hoy se reconoce que los auditorios son locales y los contenidos globales. Es necesario reflexionar cómo estos contenidos deberán fortalecer la conciencia crítica que abra oportunidades para fortalecer la cultura y el reconocimiento de las ideas ilustradas que han definido el mundo contemporáneo.

En esta etapa disruptiva los emisores están muy diversificados y se caracteriza por dar al público la libertad de elección, horario y repetición de los programas de su interés. Atrás quedó la sujeción al horario.

La comunicación audiovisual es altamente dependiente de las nuevas tecnologías. La inteligencia artificial, el diseño en tres dimensiones, la digitalización computarizada por imágenes de alta resolución presentan hoy universos fantásticos de dimensiones sorprendentes.

El reto es captar la atención de una generación que vive regularmente expuesta y dedicada a compartir su realidad entre varias pantallas.

Esta atención, dividida en los bailes de Tik Tok, Twitter, Instagram y la sorprendente atracción de las series de temas diversos forman una conciencia colectiva impaciente y dedicada a la elección de sus bienes de consumo a través de la pantalla de su computadora.

Lo anterior nos obliga a reflexionar acerca de la importancia de avanzar en la producción y diseño de contenidos que representen las grandes cualidades y el ingenio que ha caracterizado a los medios mexicanos.

La gran incógnita es definir si el futuro próximo permitirá la convergencia de la imagen, el contenido, la consulta en línea en tiempo real, el consumo y la comunicación de distancia de manera múltiple y simultánea. Grandes sorpresas ofrece una industria que tiene la tecnología de poder transmitir imágenes y sonidos de manera remota desde Marte hasta la pantalla de cada espectador.

Rúbrica. Latinoamérica en su laberinto. ¿Cuántos países de nuestra región han estancado su dialéctica atrapados en sus contradicciones?

Político y escritor. @AlemanVelascoM articulo@alemanvelasco.org

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