En política no hay derrotados o victoriosos sólo hay luchadores permanentes por sus ideales.

La historia nos muestra que hay gobernantes para la adversidad y gobernantes para la bonanza. Es el caso del General Charles de Gaulle, quien fue el líder que el pueblo francés requería para inspirar la derrota al ejército invasor del tercer Reich. Al igual que otros líderes de la Segunda Guerra Mundial, de Gaulle fue un hombre capaz de superar las adversidades de su tiempo.

La capitulación de Francia ante la invasión del ejército Nazi no significó la derrota total. En esos tiempos, la radio era el único medio de comunicación electrónico y fue el medio para transmitir por la BBC de Londres, el 18 de junio de 1940, el memorable discurso donde Charles de Gaulle apeló a la aspiración de libertad del pueblo francés, para inspirarlo a luchar por sus ideales. A ochenta y un años de distancia, este es uno de los mensajes de radio de más alto valor histórico.

Uno de los fragmentos memorables de ese mensaje subraya la entereza ante la adversidad en donde se demuestra que la derrota no es la victoria del enemigo, sino la falta de voluntad de continuar en la lucha:

“¿La esperanza debe desaparecer? ¿La derrota es definitiva? ¡No! Créanme a mí, que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden darnos un día la victoria”.

Sin armas, sin ejército, sin recursos y con la ayuda decidida de Winston Churchill y el presidente Roosevelt, Charles de Gaulle logró encabezar una fuerza militar que, con los aliados derrotaron al fascismo y recuperaron la soberanía de su nación.

Conocí al General de Gaulle en una visita a París y lo volví a ver en su histórica visita a México, del 16 al 19 de marzo de 1964, en donde asistió a la misa en su honor en la Basílica de Guadalupe, y recuerdo la frase final de su memorable discurso: “He aquí pues, lo que el pueblo francés propone al pueblo mexicano: marchemos mano con mano”.

Charles de Gaulle indiscutiblemente es uno de los grandes hombres del siglo XX, héroe de guerra y artífice de la restauración del régimen democrático en Francia.

Aun en la más obscura etapa de la guerra, los líderes de los países aliados buscaban concebir las formas de vida, organización política y actividad económica que recuperara la prosperidad de una Europa destruida.

De Gaulle fue hombre de gran estatura física y política, que desempeñó un papel decisivo entre los líderes mundiales para la redefinición de los equilibrios políticos y económicos de la postguerra.

Actualmente, la recuperación gradual de las actividades posteriores a la pandemia del Covid-19, nos muestra el resurgimiento de los conflictos que han estado latentes en la agenda global. La discriminación por raza, religión o formas de vida, así como las ideas nacionalistas que atentan contra las libertades, la democracia o los derechos humanos nos hacen reflexionar sobre la importancia de concebir una nueva era que abra horizontes de convivencia pacífica y desarrollo social y económico compartidos.

La voz del General de Gaulle sigue resonando en todo lugar donde se lucha por la democracia, la soberanía y la visión de libertad, prosperidad y paz.

Rúbrica. Derecho al voto. La diferencia entre una obligación y un privilegio es un derecho.

Político y escritor.
@AlemanVelascoMarticulo@alemanvelasco.org

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