El atentado terrorista del 1 de enero en Nueva Orleans es apenas uno de muchos que ocurren en el mundo todas las semanas. Lo que pasa es que un evento así no ocurría en EU en bastante tiempo y se da en paralelo con otro evento en Las Vegas que también está siendo investigado como terrorismo por las autoridades, aunque de ese último hay menos información al momento de este escrito. Aun así, bastó una bandera de ISIS colocada en el vehículo del atacante para recordarnos acerca de las vulnerabilidades que existen respecto al terrorismo como categoría específica de violencia. Primero, por la relativa poca sofisticación en la comisión el atentado. Segundo, porque cuando existe una motivación política, ideológica o religiosa, los medios para cometerlo (lo mismo armas de fuego que explosivos caseros o un vehículo para atropellar personas) son secundarios. Tercero, porque cuando un ciudadano estadounidense, que sirvió durante años en el ejército del país, puede cometer un atentado, nos damos cuenta de que un tema como este no depende de ir a Siria, Irak o Afganistán y bombardear instalaciones lejanas. Tampoco depende de cerrar fronteras. Acá algunos apuntes al respecto:
(Nota: se trata de un evento en desarrollo; parto de la información con la que se cuenta al momento de este escrito)
1. El ataque de Nueva Orleans presenta características muy similares a los atentados cometidos en Europa durante la década pasada: Atropellamientos, uso de explosivos caseros y armas. Una bandera de ISIS (Estado Islámico) en el vehículo. Una serie de posts subidos a redes sociales para jurar lealtad a ISIS. Todo ello para imprimir un tinte ideológico y dar sentido al ataque.
2. Aún así, las cosas han cambiado mucho en estos años. Este tipo de atentados en Occidente disminuyó considerablemente en los últimos tiempos. La filial más fuerte de ISIS no es ya su centro operativo en Siria/Irak, sino su rama afgana (ISIS-K), la cual sí ha cometido ataques mucho más sofisticados fuera de su zona en los últimos meses y de la cual se ha venido temiendo que pueda atacar Occidente en cualquier momento. Con todo, la región más afectada por terrorismo en los últimos años no es Medio Oriente ni Asia Central, sino el Sahel africano, en donde operan ramas de ISIS pero sobre todo de Al Qaeda. Por otro lado, la caída de Assad en Siria abre las puertas a un resurgimiento de ISIS en ese país.
3. Sin embargo, nada de lo anterior parece haber tenido un impacto material en lo ocurrido en Nueva Orleans. El atacante no parece haber tenido lazos físicos u operativos con la central de ISIS o alguna de sus filiales. Esto se repitió notablemente durante la década previa. En su pico, el 70% de ataques terroristas en Occidente eran perpetrados por lobos solitarios. A veces, dos o tres de ellos formaban mini-células. Otras veces, las menos, varios formaban alguna célula más amplia de 7 u 8 personas. Pero la característica más común es que esos ataques eran solo inspirados por ISIS, cometidos “en su nombre”, pero no organizados, financiados u operados por esa agrupación. Hubo excepciones como los ataques de París en noviembre del 2015, o Bruselas en 2016. Pero en la gran mayoría, los atacantes operaban de manera solitaria o aislada.
4. Esto obedecía a la esencia de esa organización. Desde 2014, cuando funda el “Califato”, ISIS emite órdenes precisas en sus publicaciones en línea. Éstas indicaban que todo musulmán tenía la obligación de ir físicamente a luchar por el califato a Siria o Irak. Pero que, si por algún “extraordinario motivo” no podían hacerlo, debían cometer ataques en donde fuera que estuvieran. Al hacerlo debían jurar lealtad al “Estado Islámico” mediante un texto, un video o un post.
5. Para tal efecto, ISIS publicaba manuales operativos e instrucciones precisas para armar explosivos o atacar de la forma que fuese posible, mediante un auto o camioneta para atropellar personas, o usando un cuchillo o machete, lo que fuera.
6. Esto, por supuesto, dificulta enormemente la labor de las agencias de inteligencia.Primero, porque la fase de planeación es mínima, si acaso, no hay contacto con tantas personas y se vuelve muy difícil prevenir un ataque así. Segundo, porque este tipo de atentados se cometen en zonas abiertas y públicas, lo que convierte a cualquier espacio de convivencia en un blanco “suave”. Ya no se necesita atacar una embajada, oficina de gobierno o instalación militar. Basta un desfile, un concierto, una carrera o un evento cualquiera, para efectuar el ataque.
7. Una modalidad más la vimos en atentados como el de Niza en 2016. El atacante era aparentemente un lobo solitario, pero que había sido reclutado y radicalizado en línea a través de canales de Telegram. El ataque sí fue asistido y hasta cierto punto instruido por operadores de ISIS, pero a distancia. Así que la idea de “lobo solitario” se desplomaba en ataques de ese tipo y más bien teníamos que hablar de “reclutas virtuales”.
8. En el fondo de ataques como los que describo está el mensaje: El Estado Islámico es omnipresente y omnipotente.ISIS está creciendo y en todas partes; puede atacar a cualquier infiel. Todos somos vulnerables. Aunque bombardeen Siria o Afganistán. Aunque eliminen a sus liderazgos. Aunque desmantelen sus bases. El Estado Islámico, como idea, sobrevive y perdura.
9. Como podemos ver, el atentado de Nueva Orleans presenta muchas de esas características: (a) el atacante era un ciudadano estadounidense de ascendencia árabe o musulmana (al momento de este escrito faltan detalles de ello), quien había servido varios años en el ejército de su país; (b) antes de cometer el acto, juró lealtad al Estado Islámico en sus redes sociales; (c) hasta este momento, no parece haber evidencia de lazos operativos materiales con la central de ISIS o alguna de sus filiales, aunque desconocemos si el atacante era un recluta virtual como lo que describí arriba; (d) las autoridades han afirmado que el atacante parece haber sido “asistido” por otras personas; en caso de confirmarse, quizás podríamos estar hablando de una célula o mini-célula como las que describí arriba. Ya posteriormente se confirmará si acaso habrían lazos virtuales o materiales con ISIS, aunque el hecho de que el atacante hubiese jurado lealtad apenas 24 horas antes del atentado, hace poco probable que la organización hubiese estado mayormente involucrada.
10. Por ahora, las autoridades no han encontrado evidencia sólida de que el ataque en Nueva Orleans esté materialmente vinculado con el evento en Las Vegas, aunque, como dije, éste último también está siendo investigado como terrorismo.En ese caso, el uso de un vehículo de Tesla para provocar una explosión en un hotel de Trump, parece guardar un simbolismo que apuntaría hacia la motivación política del acto. Pero aún así, hasta este momento, las autoridades no cuentan con evidencia sólida que ligue a todo ello con ISIS o con el ataque en Nueva Orleans, aunque no puede descartarse.
11. Ahora, lo importante será observar si todo lo que señalo consiste en hechos aislados o si estamos ante el inicio de nuevas olas de ataques similares en Occidente.
En todo caso, resulta fundamental entender que esta no es violencia material, sino violencia psicológica que usa medios y víctimas materiales como instrumentos. Sus motores están en otro espacio, en el mundo de las ideas, las percepciones, los procesos psicológicos de radicalización individual y colectiva, y, por tanto, cuando esto se trata de combatir o eliminar a través de métodos que no abordan la raíz, terminan por reproducir eso que buscaban eliminar. Eso es, al menos, lo que la evidencia y la experiencia histórica nos muestra. Escribiremos más sobre el tema.
Instagram: @mauriciomesch
TW. @maurimm