La crisis económica, social y de inseguridad, que estamos viviendo todos los días en nuestro querido México, parece no dar señales de mejoría.
El martes pasado, presidentes municipales de todo el país, y de todas las fuerzas políticas, fueron a manifestarse a Palacio Nacional. Buscaban un diálogo para pedirle al Gobierno de México que no se siga castigando a los municipios, disminuyendo el presupuesto como en el 2019, y que para el 2020 se les apoye con más recursos. Sin embargo, los recibieron con gas lacrimógeno, para amedrentarlos.
¡Estamos viendo que el esquema republicano no está funcionando!
¡El recorte presupuestal tampoco!
Los alcaldes tuvieron que manifestarse para solicitar los recursos suficientes para poder llevar servicios y obra pública, mejor alumbrado y más seguridad, así como educación, salud, deporte y cultura a sus municipios. Ellos, que son el primer vínculo con la ciudadanía, que son los que tienen el primer contacto con la gente y sus necesidades básicas y la posibilidad de ir resolviendo los problemas cotidianos de sus comunidades. Pero, con las manos atadas como se las está amarrando este presupuesto, poco podrán hacer.
Durante su campaña, el gobierno de Morena prometió regresar a los municipios, para que trabajaran los tres niveles de gobierno por una mejor calidad de vida para todos. Pero esto no ha sucedido.
Es muy importante que el Ejecutivo sea sensible ante las peticiones de los alcaldes, porque los gobiernos municipales son el primer eslabón con los ciudadanos y sí éste se rompe, será muy difícil construir los cimientos que necesita la Nación para su funcionamiento.
Sin embargo, tal parece que la sensibilidad no estuvo presente ese día. Basta ver la forma en que fueron recibidos.
Otro fue el trato que se dio a las marchas del 2 de octubre, cuando prefirieron enfrentar a la población con los cinturones de paz, antes que utilizar a elementos de Seguridad Pública para garantizar la tranquilidad de la marcha. En ese entonces el resultado fue claro: ciudadanos contra ciudadanos en medio de los desmanes de los anarquistas, que nadie, en ningún momento, detuvo.
Es decir, este gobierno es selectivo con quien puede o no manifestarse.
Los alcaldes cuentan con todo nuestro apoyo. Se debe encontrar una solución real para poder generar mejores condiciones de vida para todos los municipios del país. Hay todavía mucho por hacer, dadas las actuales condiciones que se viven en muchas de sus comunidades.