Lo que difundió Carlos Loret de Mola contra Irma Sandoval y John Ackerman es un ejemplo de cómo se construye una falsificación. No es una investigación, no es un reportaje. Es un montaje.
No está dirigido contra dos personas. Está estratégicamente orientado contra la funcionaria encargada del principal objetivo del gobierno: erradicar la corrupción.
Loret difunde una mentira tras otra.
Dice que el patrimonio de la secretaria Irma Sandoval y su esposo "ronda los 60 millones de pesos". Con eso trata de colocar en el imaginario que dicho matrimonio posee una fortuna. Falso. De ahí se desprenden otras afirmaciones o suposiciones. Por ejemplo, que la secretaria declaró menos de lo que tiene. Falso. O que sus ingresos no daban para adquirir su patrimonio. Falso.
Esto lo complementa con otra mentira: "sus departamentos y casas se encuentran en zonas de alta plusvalía". Falso. De las propiedades de dicho matrimonio, el inmueble de mayor valor está en el centro de Coyoacán. Otros son departamentos en colonias de clase media de la Alcaldía Benito Juárez. Un inmueble está en Tepoztlán, Morelos. Y otro se encuentra en una de las colonias más pobres de la Ciudad de México: Santo Domingo. En la lista no aparece ningún inmueble en Las Lomas de Chapultepec o el Pedregal de San Ángel, en Punta Diamante, Acapulco, o en el extranjero.
En el caso del predio ubicado en la colonia Santo Domingo, Loret desliza una infamia más, de la que se desprenden otras: "Irma recibió un regalazo del Gobierno del Distrito Federal en 2007: un terreno que hoy tiene una vivienda de 300 metros cuadrados, valuada en 6 millones de pesos". Falso lo primero como lo segundo y lo tercero. El predio de Santo Domingo forma parte de una colonia popular construida por la gente en los años 70 y le fue heredado por su padre Pablo Sandoval. Fue el hogar donde Irma y sus hermanos crecieron. El "reportaje" afirma primero que el gobierno del Distrito Federal "hasta le perdonó el pago de derechos por la inscripción de la propiedad", pero contradictoriamente minutos después señala que "sólo ha transparentado lo que le costó el protocolo de la escritura". Lo cierto es que el Gobierno de la ciudad expropió a ejidatarios los terrenos donde ahora está la colonia Santo Domingo para otorgarlos a los colonos, quienes pagaron por sus predios. El predio no fue regalado en 2007. Fue adquirido muchos años antes. En 2007 culminó la regularización del mismo. Y no vale 6 millones. Cualquiera que conozca un poco la ciudad lo sabe.
Lo que asegura Irma Sandoval en su declaración patrimonial es contundente: “entre 2004 y 2013 adquirió en copropiedad con su esposo seis inmuebles que en conjunto les costaron 9 millones de pesos”. La Ley General de Responsabilidades Administrativas señala en su artículo 35: “En la declaración inicial y de conclusión del encargo se manifestarán los bienes inmuebles, con la fecha y valor de adquisición”.
Irma Sandoval actuó conforme a la Ley: declaró el valor de adquisición de sus inmuebles en copropiedad con su esposo. No ocultó ningún bien. Nunca tuvo 60 millones de pesos para comprarlos. Ninguno le fue regalado por el gobierno. No están en las zonas de mayor plusvalía del país. Y, lo que también es muy importante: no los adquirió estando en el gobierno, sino en la academia junto con su esposo.
El reportaje de Loret es un montaje que debe ser rechazado con firmeza y valentía.
Senador de la República