El 2022 fue un año en el que diversas crisis sociales, económicas, políticas y climáticas se mantuvieron e incrementaron, afectando directamente en el desarrollo, crecimiento, protección y bienestar de niñas y niños.

En materia educativa el rezago escolar ha producido una reducción de dos años de la escolaridad que alcanzaba México antes de la pandemia, este retraso en el aprendizaje tendrá como consecuencia una disminución de hasta el 8 % de ingresos futuros de adultos, lo que representará perder un mes de salario por el resto de su vida productiva. El panorama se oscurece cuando encontramos que más de un millón de alumnos de la educación básica y media superior han dejado la escuela desde el inicio de la pandemia.

La violencia también ha sido un gran enemigo para la niñez y la adolescencia. Tan solo entre enero y octubre de 2022 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizó 230 mil presuntos delitos de violencia familiar, 2 mil 129 homicidios de niñas y niños, 84 feminicidios de menores de edad, 380 delitos de trata y 14 mil lesiones hacia la niñez. Además, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, entre enero y el 8 de diciembre, se reportaron 5 mil 415 niñas, niños y adolescentes desaparecidos, de ellos el 38 % sigue desaparecido.

La pobreza también ha estado presente. De acuerdo con Coneval, en el segundo trimestre de 2022 una tercera parte de las personas que trabajaban ganaban un salario inferior a la canasta alimentaria. La insostenibilidad económica en las familias provoca que niñas y niños trabajen a edades tempranas, muchos en actividades peligrosas. No sabemos exactamente cuántos niños y niñas trabajan porque la Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil ha sido suspendida. Hasta 2019 eran más de 3 millones, hoy en día la cifra puede ser dramáticamente superior.

En materia de salud encontramos un importante rezago en la vacunación, solo el 27.5 % de bebés menores de 1 año de edad cuentan con su esquema completo, esto puede provocar el resurgimiento de enfermedades ya erradicadas y un aumento de muertes prevenibles, sobre todo en menores de 5 años de edad. Sobre la vacunación contra el Covid-19, solo el 60 % de niñas y niños entre 5 y 11 años ha recibido una dosis. En temas migratorios, miles de niñas y niños siguen ingresando a México de forma irregular, buscando protección y una vida lejos de la violencia y la pobreza, sin embargo, nuestro país dista de tener una política migratoria que vea por el bienestar de la niñez; y una sociedad alejada de la discriminación y la xenofobia.

Y a todo ello se suma que, alrededor de 38.2 millones de niñas y niños en México se encuentran en riesgo de sufrir los efectos adversos del cambio climático, quienes en los próximos años vivirán huracanes, olas de calor, inundaciones, contaminación de la tierra y escasez de agua.

La lista es larga, incluyendo, por supuesto, los acotados espacios de participación y escucha efectiva de las voces de niñas y niños y adolescentes. Sin embargo, esto es un llamado urgente a todos los actores sociales para que tomemos cartas en el asunto, la niñez es el presente y el futuro de la humanidad, las decisiones del mundo adulto están acabando con sus vidas y, por tanto, nos estamos acabando como especie. Necesitamos impulsar cambios estructurales y sostenibles que no nos sigan dejando en deuda con la niñez.

  
CEO de Save  the Children México

Google News

TEMAS RELACIONADOS