El sistema electoral estadounidense permite la reelección y establece que el Congreso se renueva periódicamente: La Cámara Baja, 435 representantes los años pares; la del Senado, compuesta por dos senadores por cada uno de los 50 estados que integran la Unión, electos por seis años, se renueva por tercios cada dos años.
Las intermedias de noviembre serán cruciales para la gestión del presidente Joe Biden que ha enfrentado una serie de calamidades. La más notable, el resurgimiento del expresidente Donald Trump, su principal dolor de cabeza. Las elecciones intermedias parecen ser una contienda presidencial:Biden vs Trump.
Antes de la decisión de la Suprema Corte de abandonar el histórico precedente sobre el derecho al aborto, todo indicaba que los republicanos arrasarían en las intermedias. Con el fallo, se llegó a pensar que hasta mujeres republicanas a favor del aborto, votarían en contra del GOP (Great Old Party). No obstante, la tambaleante economía y la irrefrenable inflación actúan en contra de los demócratas.
Estados Unidos está notablemente dividido: los demócratas acusan a Trump de fascista y los republicanos acusan a Biden de encabezar una izquierda radical. No habrá demócratas ni republicanos que voten en contra de sus candidatos. Esos votantes forman parte del 90% del electorado. Los independientes restantes tendrán en sus manos el resultado final.
En la guerra política la única batalla importante es la final. Mi pronóstico es que Biden perderá la Cámara de Representes y el Senado resultará empatado, pero la última palabra la tendrán los votantes independientes.
