Los exgobernadores priistas Omar Fayad y Alejandro Murat no recibieron consulados o embajadas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador , como sí lo hicieron otros de sus excorreligionarios, algunos ya expulsados del PRI. Pese a haber “entregado” sus estados a Morena, los exmandatarios están siendo investigados, junto con sus principales operadores y líderes del partido con el que llegaron al poder en sus entidades.
Al inicio del gobierno del morenista Julio Menchaca , en Hidalgo, se detectó una red de corrupción en por lo menos 13 municipios del estado. La investigación se denominó la “Estafa Siniestra”, mediante la cual se desviaron más de 500 millones de pesos de recursos públicos.
En este espacio dimos a conocer los nexos del empresario hidalguense Juan Carlos Martínez Domínguez –operador de Fayad– con una serie de contratos de asignación directa para su empresa Celular Milenium, los cuales están siendo investigados. Dicha compañía de tecnología se convirtió en un emporio empresarial e inmobiliario, la cual actualmente posee edificios, bodegas y parques industriales que renta al gobierno estatal.
Según las pesquisas, a través de Juan Carlos Martínez los proveedores del gobierno de Fayad debían negociar los contratos del gobierno estatal y algunos municipales.
Una de las líneas de investigación sobre este empresario lleva a una bodega ubicada en Boulevard Santiago Tlapacoya No. 2503 de Pachuca, Hidalgo. En este recinto se encuentra, presuntamente, un lote de autos de lujo del exgobernador Fayad que ronda unas 30 unidades de marcas como BMW y Mercedes Benz.
Otro operador consentido de Fayad que está siendo investigado es José Antonio Briseño Mendoza. Su familia se dedica a la distribución de leche. Esta compañía creció como la espuma gracias a los contratos y adquisiciones a sus empresas comercializadora y distribuidora Brime y Comercializadora Mercantil B&F.
Uno de los asuntos que llaman la atención es que el actual oficial mayor del gobierno de Julio Menchaca, Orlando Ángeles, fue particular de Juan Carlos Martínez, quien sigue monopolizando las compras del gobierno de Hidalgo.
En las mismas pesquisas se sigue la pista de unos mil 200 millones de pesos que habrían sido desviados a través de licitaciones simuladas.
Las investigaciones apuntan al extitular del Instituto Hidalguense de la Educación, Atilano Rodríguez Pérez; el excontralor, Cesar Mora Velázquez, y a Jonathan Martínez Cardosa, quienes habrían simulado su participación en tres empresas.
En estas operaciones destaca Aktaion Digital, empresa que recibió en dos meses el pago 144 millones de pesos por prestación de servicios de software. La firma también fue señalada por el desvío de recursos en el municipio de Tepeji del Río por más de 50 millones de pesos y en Yahualica por 8 millones.
Otro presunto implicado es César Mora, quien fue subsecretario del CEN del PRI en el periodo de Enrique Ochoa, para luego coincidir en el gobierno de Fayad.
El otro caso es el del exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien apenas dejó la administración el 30 de noviembre comenzó a ser investigado por el nuevo mandatario Salomón Jara por los créditos solicitados por su gobierno para proyectos de infraestructura y una serie de licitaciones sospechosas.
Junto a Murat, otros de sus cercanos y líderes priistas del estado están en el ojo del huracán. En un duro discurso ante 12 mil personas que lo escuchaban en el Auditorio Guelaguetza, Salomón Jara aseguró que dirigentes del PRI vendieron plazas.
“Un incremento de plazas basificadas que representa un inaceptable incremento del gasto del gobierno cercano al 37%”, dijo, y añadió: “Esto no lo voy a aceptar, quisieron pasarse de listos los políticos del PRI, vendieron plazas de hasta 200 mil pesos. No toleraremos más corrupción”, sentenció.
El gobernador de Oaxaca no dio nombres, pero en los círculos políticos locales voltearon a ver al dirigente estatal del PRI, Javier Villacaña Jiménez, quien en el sexenio anterior fue secretario de Administración, dependencia desde la cual se asignan las plazas.
Posdata
Ahora que se reactivó la cacería contra el presidente del PRI, Alejandro Moreno, a quien buscan desaforar para poder llevarlo a juicio por diferentes delitos, otro de los damnificados podría ser precisamente el padre de Alejandro Murat, el también exgobernador de Oaxaca, José Murat. El polémico priista, envuelto en escándalos por la compra de lujosos departamentos en Nueva York a través de empresas fachada, fue uno de los políticos más cercanos a Alito en sus primeros años como presidente del PRI.
En las múltiples conversaciones que reveló la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, sobre Alito, se escucha a José Murat hablar de “joderse” a los empresarios con la aprobación de una Reforma Fiscal y también se le oye decir que “van a ir a llorarles el líder de Grupo México, (Carlos) Slim y la Aramburuzabala”, lo cual dejó más que molestos a los magnates mexicanos.
Todo parece ser que quedaron sepultadas las aspiraciones de Alejandro Murat de obtener un puesto en el gobierno de la 4T… y también las de ser presidente del PRI o candidato de este partido al 2024.