Era cuestión de tiempo para que a Miguel Torruco le estallara una crisis. El empresario hotelero, bon vivant, con poca experiencia en la administración pública, es de los funcionarios del gabinete que no ha dado buenos resultados, lo que se ha acentuado en medio de la crisis sanitaria y económica.
La política turística implementada en 20 meses que van de la administración federal ha dejado mucho que desear, empezando por la cancelación del Consejo de Promoción Turística de México, la descoordinación con las embajadas y las empresas para atraer visitantes extranjeros, y la nula reacción ante los embates de la epidemia del coronavirus.
Estas pifias y el choque del Covid-19 se han reflejado en datos que parecen irreversibles para el sector que genera 9% del PIB de México y 4.5 millones de empleos directos. Ayer se dio a conocer la caída de 87% en la llegada de turistas internacionales a México en junio. Esto se suma al desplome de abril y mayo, de cerca de 90% en las visitas de extranjeros, según los datos del Inegi.
El gasto medio realizado por los turistas de internación que llegaron vía aérea al país cayó 16.9% a tasa anual y las divisas por turismo se desplomaron 91.3%.
Estos indicadores, si bien reflejan los estragos de la crisis sanitaria y económica, se condensan con la pésima estrategia de promoción que, según empresarios del sector y gobernadores de estados con vocación turística, no fue sustituida por la Sectur ni ha recibido apoyo del gobierno federal.
Y justamente por ese hilo terminó de romperse la malla de protección que tiene cualquier funcionario que encabeza la Secretaría de Turismo, una de las carteras más nobles y redituables del gabinete.
Miguel Torruco ha preferido guardar silencio sobre la vergonzosa campaña “Mom, I’m in Acapulco” que fue impulsada por la dependencia a su cargo en las redes sociales, la cual frivoliza el destino guerrerense y va en sentido contrario de las campañas gubernamentales para reducir los contagios por Covid-19.
Fue hasta que el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo , la desaprobó en Twitter, y luego de decenas de críticas en redes sociales, que la Sectur decidió eliminarla. “Lamento la equivocada campaña de promoción de Acapulco; inoportuna, insensible e imprudente. Si no nos ayudan, no nos perjudiquen”, reviró el gobernador Astudillo.
Torruco se ha hecho bolas con las pocas explicaciones que ha dado al respecto, pero la reciente celebración de un baby shower multitudinario, calificado como ‘fifí’, que realizó su hijo Miguel Torruco Garza en Cancún, en plena pandemia, lo dibujan de cuerpo entero: es un funcionario que no comulga con los preceptos de austeridad que promueve el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Por si fuera poco, la errática campaña de promoción de Acapulco se suma al pleito entre un proveedor y el operador de la plataforma visitmexico.com, una de las pocas vertientes que aún quedan para promover el turismo en México.
Resulta que el viernes 24 de julio fue “inhabilitada por falta de pago”, a lo que la Sectur señaló que había sido hackeada.
La realidad es que el operador de la página, Braintivity, propiedad del empresario Marcos Achar , y su proveedor de tecnología, Tecnocen.com, tienen un pleito que ha arrastrado a la plataforma y, de paso, a la Sectur y la promoción turística del país, sin que Miguel Torruco haya podido hacer algo.
Así las cosas, es una de las dependencias cuyo sector ha sido de los más afectados por la crisis, y de los que van a tardar más tiempo en recuperarse.
@MarioMal
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