presentó al segundo grupo de trabajo que la acompañará en el gabinete presidencial. De los cinco nombres, dos mujeres llaman la atención: y Raquel Buenrostro; la primera más cercana que la segunda, pero al fin dos funcionarias confiables de la futura presidenta.

Luz Elena González será la nueva secretaria de Energía y Raquel Buenrostro la titular de la Función Pública. Son dos grandes áreas a las que Sheinbaum ha decidido ponerles mucha atención. El sector energético requiere un giro completo hacia las energías limpias y la reapertura de la inversión privada. Y la SFP tiene a su cargo la revisión de todos los contratos públicos y la Oficialía Mayor del gobierno, por lo que a su vez tendrá el control del sistema de compras, además de la coordinación de los titulares de las Unidades de Administración y Finanzas. La Función Pública será una supersecretaría.

Claudia Sheinbaum presenta a 6 integrantes más de su gabinete. Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL
Claudia Sheinbaum presenta a 6 integrantes más de su gabinete. Foto: Diego Simón Sánchez / EL UNIVERSAL

Hoy escribí en mi columna Historias de que Luz Elena González, considerada como la “mujer fuerte” de Sheinbaum, por la confianza y cercanía con la actual presidenta electa, podría ocupar la subsecretaría de Egresos de Hacienda o la subsecretaria de la SFP, en la que está encajada la Oficialía Mayor, por su perfil técnico, donde ya dio buenos resultados como secretaria de Administración y Finanzas de la CDMX.

También expuse que, por el otro lado, “si el objetivo (de Sheinbaum) es perfilarla a una posición política más allá del siguiente sexenio, pues le ve dimensiones para gobernar la Ciudad de México, no sería correcto colocarla al inicio de sexenio en una posición de segunda línea”.

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Así, las otras opciones eran la Secretaría de Energía o la Función Pública. Finalmente se quedó en la primera, aunque, según versiones de sus cercanos, no estaba tan convencida de tomar la cabeza de un sector que requiere un golpe de timón en la estrategia y una cirugía mayor a las empresas estatales, Pemex y CFE.

No obstante, al parecer Sheinbaum logró convencerla del reto, ya que para lograr la transición energética se requiere a una muy cercana colaboradora, que sin duda hará mancuerna con Buenrostro en la revisión de contratos de Gobierno, licitaciones públicas y en el funcionamiento de las Unidades de Administración y Finanzas.

Los otros nombramientos también son relevantes. Jesús Antonio Esteva será el nuevo secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, un cargo que venía desempeñando ya en la Ciudad de México. Su tarea principal será echar a andar los proyectos de trenes de pasajeros heredados por López Obrador.

Edna Vega Rangel, actual subsecretaria de Ordenamiento Territorial y Agrario, llegará al máximo cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), para echar a andar el ambicioso plan de construir un millón de viviendas en conjunto con el Infonavit. Este es uno de los programas económicos clave de Sheinbaum.

Y David Kershenobich, el nuevo secretario de Salud, también tiene las credenciales para asumir la titularidad de esa dependencia. Acompañó a Sheinbaum y a Juan Ramón de la Fuente en sus recorridos denominados “Diálogos por la transformación”, y se daba por descontado que ocuparía esa cartera.

Con los nombramientos de hoy, Sheinbaum sigue poniendo su sello en el gabinete. Luz Elena, Jesús Esteva y David Kershenobich son completamente de su equipo. Raquel Buenrostro y Edna Vega, herencia de AMLO, pero tampoco consideradas 100% obradoristas.

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@MarioMal