Rogelio Ramírez de la O
cumplió en diciembre cinco meses al frente de la Secretaría de Hacienda. Se esperaba que el economista de todas las confianzas de Andrés Manuel López Obrador tuviera más margen de maniobra que sus dos antecesores, Carlos Urzúa y Arturo Herrera , y por lo tanto una mayor capacidad de gestión para articular las tareas que conlleva una dependencia como la que asumió. Sin embargo, el egresado de la Universidad de Cambridge, asesor de firmas internacionales avecindado en Nueva York y luego en Houston, Texas, ha quedado a deber y su mandato ha pasado con más pena que gloria.
La gestión de Ramírez de la O ha sido más bien atropellada desde que asumió las riendas de la Secretaría de Hacienda sin haber sido ratificado por el Congreso federal, y sin siquiera haber diseñado el Paquete Económico 2022, el cual estaba prácticamente resuelto desde que salió Arturo Herrera. Su plan financiero para darle la vuelta a Pemex y CFE se estrelló con la pared ideológica de Rocío Nahle , Octavio Romero y Manuel Bartlett ; más penoso aún es que ha tenido que pronunciarse a favor de la contrarreforma eléctrica que propuso su jefe, a quien le rechazó dos veces el puesto previamente.
En octubre, durante un evento organizado por The Atlantic Council, Ramírez de la O fue cuestionado por el exembajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne , en torno a la reforma eléctrica, el rechazo de los inversionistas, el retroceso de la transición energética y las advertencias de las calificadoras sobre la nota crediticia del país.
El secretario se envolvió en la bandera ideológica de la 4T y dijo que el “capitalismo concesionario” tiene núcleo en el sector energético y eso afecta las finanzas públicas.
Agregó que la iniciativa del Presidente –de quien presumió “es un líder” que los fines de semana recorre el país– propicia un nuevo sistema de suministro eléctrico mexicano para promover un desarrollo ordenado que favorezca la seguridad, la continuidad del servicio confiable y la estabilidad del sistema en la prestación del servicio”.
Antes de aceptar el cargo como secretario de Hacienda, Ramírez de la O se dedicaba a asesorar a empresas privadas, algunas del sector energético radicadas en Houston, donde vivía antes de mudarse temporalmente a México.
La relación con los empresarios e inversionistas, que dijo iba a fomentar, tampoco se ha dado. Hasta donde se sabe, el secretario de Hacienda no se ha reunido una sola vez con las agrupaciones de la iniciativa privada ni con el sector financiero. Tampoco acompaña al Presidente a las comidas con los integrantes de su Consejo Asesor Empresarial ni con el Consejo Mexicano de Negocios. Alfonso Romo y el secretario de Gobernación, Adán Augusto , se quedaron con esa encomienda.
Lo que sí ha sucedido es que el Presidente lo ha maltratado públicamente, como a sus dos antecesores. Hace un par de semanas lo invitó de gira por Oaxaca y, al darse cuenta de que no lo acompañaba a un recorrido por una comunidad, le dijo a su jefe de la Ayudantía, Daniel Asaf, que era “mucho pueblo para él”. Luego, en un video transmitido junto al gobernador del estado, Alejandro Murat, López Obrador matizó sus dichos, aunque la comunicación no verbal de Ramírez de la O reflejó su incomodidad.
Ayer AMLO anunció que envió al secretario de Hacienda a Perú para apoyar al presidente izquierdista Pedro Castillo ante la “difícil” situación que atraviesa su gobierno. La inexplicable visita de Ramírez de la O a Lima luce más como un castigo que un premio. ¿Por qué Ramírez de la O y no el canciller Marcelo Ebrard , en todo caso? Preguntas sin respuesta de un gobierno que parece estarse desarticulando por sus grillas internas y por los pocos resultados que ha dado.
Lo que sí ha hecho Ramírez de la O es pedir investigaciones de todo el equipo hacendario que dejaron Urzúa y Herrera –a quienes nunca vio con buenos ojos–, incluidas la UIF, el SAT, la Procuraduría Fiscal, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y las subsecretarías, para intentar tener mayor autoridad, pues nunca se había visto tanta debilidad de un secretario de Hacienda como en el gobierno de López Obrador.
En medio de este panorama, la designación de Juan Pablo de Botton como subsecretario de Egresos, en lugar de Victoria Rodríguez –quien será la nueva gobernadora de Banxico–, se ha leído como el aterrizaje del nuevo funcionario clave de Hacienda, con la confianza del Presidente y con experiencia en el sector público. Ya veremos.
Posdata
La posible salida del abogado Juan Collado del Reclusorio Norte, tras casi dos años y medio de estar preso, podría desatar, como en el caso del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya , una nueva cacería de “peces gordos” de los sexenios pasados. La diferencia es que la información aportada por el abogado de cabecera del peñismo sí podría conducir a la Fiscalía General de la República a integrar carpetas que puedan judicializarse. Hasta donde se sabe, Collado ya denunció a una serie de abogados y exfuncionarios, por lo que FGR, que encabeza Alejandro Gertz Manero , podría dejarlo en libertad condicional tras el pago de un acuerdo reparatorio y un criterio de oportunidad. Se irá a su casa, como Lozoya, y firmará pagarés, como Alonso Ancira .
Sigue pugna en el SAT
La noche del viernes pasado, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer la convocatoria para empresas que busquen convertirse en proveedoras del servicio de limpieza de la dependencia. Todo indica que el proceso se llevará a cabo de forma exprés, pues el objetivo es tener nueva contratista para inicios de 2022.
La administradora de Recursos y Servicios, Paloma Rachel Aguilar , es la encargada de resolver la pugna con los afanadores que se fueron a huelga, quienes han denunciado presiones e intimidaciones. Y es que desde junio, la empresa Joad Limpieza y Servicios no ha recibido pago alguno. Los afectados tomaron hace unas semanas el cruce de Paseo de la Reforma y Avenida Hidalgo para exigir la liberación de los recursos.
mario.maldonado.padilla@gmail.com