El lunes pasado el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, acudió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Su objetivo era reunirse y convencer a la ministra presidenta, Norma Piña, de ir a la Cámara a escuchar las conclusiones de los conversatorios organizados por Morena para analizar la manera en que se designan actualmente a los integrantes del máximo tribunal del país.
Mier llegó a la cita a las 11 de la mañana y lo hicieron esperar en un vestíbulo para después decirle que la presidenta estaba ocupada. El ministro Juan Luis González Alcántara, operador de Piña dentro y fuera de la Corte, le comentó que no podría hablar directamente con la ministra.
Fue tanta la insistencia de Mier que Norma Piña salió de su oficina solo para confirmarle lo dicho por González Alcántara: “No voy a ir, estoy muy ocupada”, le soltó, a lo que el diputado de Morena respondió que la invitación era para ella y para el resto de los ministros y ministras. “No puede ir”, reiteró Juan Luis González. Ambos le dijeron a Mier que en todo caso enviarán a un representante.
Este es un capítulo más del enfrentamiento entre el gobierno federal y la 4T con el Poder Judicial de la Federación, en el que están en juego los fideicomisos por 21 mil millones de pesos de la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal, así como el presupuesto federal que ya diseña la Secretaría de Hacienda y entregará a la Cámara de Diputados a inicios de septiembre. Se anticipan fuertes recortes al presupuesto del PJF. Mier será el encargado de operar estos “machetazos” como líder de la mayoría de la Cámara Baja.
El mismo día que lo “batearon” de la Corte, Ignacio Mier se reunió con la flamante secretaría de Gobernación. Al siguiente día Luisa María Alcalde envió a la Suprema Corte un escrito para pedir que informe sobre el cumplimiento al artículo 127 constitucional que prohíbe que los ministros y ministras obtengan una mayor remuneración que la del Presidente.
Ignacio Mier es un político completamente plegado a los intereses de Morena y del presidente López Obrador, más por intereses que por convicción: ansía ser el próximo gobernador de Puebla. Bajo su coordinación del partido mayoritario, Morena, la Cámara de Diputados se ha convertido en la cámara de origen de prácticamente todas las iniciativas enviadas por el Ejecutivo, incluidas las que han sido echadas abajo por la Corte, como el llamado Plan B de reforma electoral.
Él fue el artífice de los paneles de discusión en la Cámara de Diputados para aplanar el camino hacia septiembre del 2024, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador propondrá en su último mes como mandatario una reforma constitucional para que los ministros y ministras de la Corte sean elegidos mediante el voto popular.
Posdata
El lunes, después del anuncio sobre el método para elegir al candidato o candidata de la oposición, hubo una reunión privada entre los liderazgos de los partidos políticos y algunos de los aspirantes del denominado Frente Amplio por México.
Asistentes a dicho encuentro platican que Lilly Téllez cuestionó airadamente varias de las reglas del proceso y, sobre todo, el financiamiento de los aspirantes. En lo que se escuchó como un reclamo, la senadora panista le reviró a Xóchitl Gálvez que ella sería apoyada por los empresarios. “Eres la candidata de los empresarios”, le soltó y dijo que era inequitativo. La también senadora panista respondió que no era tal y que no aceptaría recursos de la iniciativa privada. Algunos de los presentes refieren que las susceptibilidades llegaron al borde de las lágrimas.
Al día siguiente Lilly Téllez propuso 50 puntos a tomar en cuenta en el método, pero ya entonces estaba convencida de que no iba a participar. Al virar de la CDMX a la candidatura presidencial, Xóchitl Gálvez le quitó reflectores a Lilly Téllez, lo cual cayó mal dentro del equipo de la exsenadora de Morena.
Así como Lilly Téllez, la priista Claudia Ruiz Massieu también se bajó y le seguirán más aspirantes en los próximos días. Xóchitl Gálvez asegura que ni Vicente Fox ni Claudio X. González la convencieron de competir por la Presidencia, aunque sí se lo propusieron cada uno por separado. Nunca existió una reunión en conjunto para hablar del tema. La hidalguense lo definió a solas, en la montaña.
El presidente López Obrador iba a declarar a Santiago Creel como el supuesto candidato de la oposición, pero la estridente irrupción de Xóchitl Gálvez lo hizo repensar. Es muy probable que el lunes suelte el nombre de la hidalguense, lo que a su vez puede echar a perder el proceso a Morena: al “destapar” a una mujer los dados estarán más que cargados hacia el único perfil femenino que compite entre las seis “corcholatas”. Mujer contra mujer.
@MarioMal
