“Por el bien de todos, primero los pobres”, es una de las frases más recurrentes de Andrés Manuel López Obrador. Su proyecto de nación, autoproclamado como la Cuarta Transformación, tiene como premisas más importantes el combate a la pobreza y la corrupción. Últimamente, en ninguna de las dos ha dado resultados; por el contrario, aunque las encuestas de popularidad aún no lo registran, el presidente vive la peor crisis de su vida política con escándalos con el #Bartlettgate y principalmente por la debacle económica de la que recogerá las cenizas en lo que resta de su sexenio.

Esta semana, el Coneval y el IMSS le dieron dos de las peores noticias que se le pueden dar a cualquier gobierno, pero más para uno cuya bandera política fue la defensa de los más desprotegidos. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social publicó un análisis demoledor: que la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus aumentará entre 6.1 y 10.7 millones las personas en condiciones de pobreza extrema en México durante 2020. El Instituto Mexicano del Seguro Social, por su parte, reportó la pérdida de un total de 680 mil empleos formales entre marzo y abril, el peor dato desde que se tiene registro.

La crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, que obligó a casi todo el mundo a cerrar sus actividades no esenciales, provocó una recesión económica mundial. Los países que reaccionaron tarde, como Estados Unidos, están pagando muy caro las consecuencias. Su número de contagios supera un millón 400 mil y los decesos están cerca a 85 mil, mientras que la tasa de desempleo se ubicó en abril en 14.7%, con un acumulado de 20.5 millones de puestos de trabajo perdidos. Es la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929.

El letargo del gobierno de Donald Trump ocasionó que el rescate de la economía también tuviera que ser histórico: entre el Congreso, la Reserva Federal y el gobierno inyectarán cerca de 6 trillones de dólares, casi un cuarto del Producto Interno Bruto de Estados Unidos. Con esa cantidad de dinero pretende que su economía rebote en 2021. De acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional realizadas en abril, en 2020 el PIB de Estados Unidos se contraerá 5.9% y se recuperará 4.7% en 2021.

México, por su parte, ha hecho poco para evitar la quiebra masiva de empresas y la pérdida de empleos. Según el FMI, apenas se han inyectado a la economía recursos que equivalen a 1.1% de su PIB. Así, la estimación de un debacle de 6.6% en 2020 no estará ni cerca de recuperarse en 2021 –como sí es previsible en el caso de Estados Unidos–, pues el organismo internacional proyecta un rebote de sólo 3% en 2021.

La fotografía de México en los dos primeros años del gobierno de López Obrador será de espanto: dos contracciones económicas consecutivas; la pérdida de los empleos formales creados en los últimos 24 o 36 meses; el incremento de la pobreza en al menos 6 millones de mexicanos y, como colofón, el previsible aumento en la violencia e inseguridad que ya obligó a AMLO a sacar al Ejército de sus cuarteles para que se haga cargo de la seguridad pública.

¿Se pudo haber evitado este escenario? La respuesta es sí. Si bien la caída de la economía nacional en 2020 era inevitable, derivada del cierre las actividades productivas y sociales, una respuesta rápida habría ayudado a contener el cierre de empresas (el IMSS registró en abril la baja de 6 mil 689 patrones) y de plazas laborales con una política contracíclica que incluyera apoyos fiscales y financieros más agresivos. Los microcréditos y los aumentos a los beneficiarios de programas sociales han sido insuficientes para enfrentar la crisis.

Al presidente y al secretario de Hacienda, Arturo Herrera , les hizo falta sentido común para saber que la falta de estímulos económicos para las micro, pequeñas y medianas empresas del sector formal generaría un espiral negativo para la economía en su conjunto. La intransigencia de dejar a su suerte a las 4.5 millones de unidades económicas y a los 20 millones de trabajadores que están en la economía formal y pagan impuestos, terminará ocasionándole un problema de ingresos al gobierno y esto, a su vez, repercutirá en los más pobres. Cuando una economía se contrae, los que más sufren son los más vulnerables.

Por si fuera poco, el documento del Coneval revela que de los 19 programas sociales prioritarios del gobierno de AMLO, sólo ocho son relevantes para atender la pobreza.

Y así como lo han expuestos los líderes empresariales, las organizaciones civiles, los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México –entre ellos Gerardo Esquivel – y muchos otros expertos, el Coneval recomienda al gobierno complementar sus programas sociales con apoyos a las pequeñas y medianas empresas, a través de créditos para proteger el empleo y de subsidios al empleo parcial o total de las cuotas obrero-patronales que los empleadores deben asumir durante los meses de confinamiento.

De no hacerlo, los nuevos pobres ya no solo serán los mexicanos de las rancherías y los lugares marginados a los que nunca se les prestó atención; sino que serán los desempleados de las zonas urbanas que fueron despedidos de sus trabajos y difícilmente encontrará una nueva oportunidad en un mercado laboral que se precarizará más y más.

Si las cosas no cambian, Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación pasarán a la historia como los responsables de dejar a México peor de lo que lo dejaron los neoliberales: con más pobres y más desempleados. Un país más jodido.

Traxión crea app para personal médico

Y en la lista de empresas que están poniendo su granito de arena para enfrentar la pandemia del Covid-19 está Traxión, firma de transporte y logística del país que desarrolló una aplicación inteligente (TRAXI), la cual se puso a disposición del personal médico del país con el objetivo de llevarlos seguros desde los centros de trabajo hasta sus casas.

Para concretar la actividad, Aby Lijtszain , presidente de Traxión, ordenó estrictos protocolos de sanidad apegados a las recomendaciones de la Secretaría de Salud, tales como la desinfección continua de las unidades, uso de gel antibacterial, además de sana distancia y capacitación constante para cada uno de sus operadores.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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