Caras largas, por momentos, y gritos de algarabía, en otros, fueron la constante en el equipo que acompañó a Claudia Sheinbaum al tercer debate presidencial. Más allá de los ataques de Xóchitl Gálvez, que desdibujaron la sonrisa de los asistentes, quienes veían y oían a su candidata en una pantalla de uno de los salones del Centro Cultural Tlatelolco, lo que se percibió en aquel lugar fue la división que existe entre las corrientes de morenistas: los tabasqueños, los herederos del gobierno de López Obrador, los del equipo de la exjefa de Gobierno y los “ultras” que tomaron las riendas de la CDMX y de la elección capitalina.

Al más puro estilo del priismo corporativista, el domingo, las bases morenistas se desbordaron por los alrededores del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde se llevó a cabo el tercero y último debate presidencial hacia la elección del 2 de junio. Entre porras y batucadas, los asistentes lanzaron consignas contra los panistas, priistas y perredistas que desfilaron por la única entrada al recinto, y quienes vitorearon a la candidata oficial, quien llegó acompañada de su comitiva, integrada por Adán Augusto López, Mario Delgado, Citlalli Hernández, Marcelo Ebrard, Manuel Velasco, Gerardo Fernández Noroña, Santiago Nieto, entre otros.

Al coro de “presidenta, presidenta”, arribó Sheinbaum a Tlatelolco, para encontrarse con una noticia que después capitalizaría durante el debate: le dijeron que al equipo de Xóchitl Gálvez lo situaron en el salón denominado 2 octubre, fecha en la que se conmemora la matanza de 1968, ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas y ordenada por el entonces presidente priista Gustavo Díaz Ordaz. ¿Fue coincidencia o una trastada del INE? Difícil de saber, pero fue un simbolismo que Gerardo Fernández Noroña se encargó de dispersar entre los asistentes, con indignación y sorna, y que finalmente usó Sheinbaum para referirse a la tragedia estudiantil.

Simpatizantes de Morena, el domingo antes de iniciar el debate presidencial en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Foto: Diego Simón Sánchez | El Universal
Simpatizantes de Morena, el domingo antes de iniciar el debate presidencial en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Foto: Diego Simón Sánchez | El Universal

En primera fila, para observar en la pantalla los intercambios, el presidente del partido, Mario Delgado, la secretaria general, Citlalli Hernández, entre otros liderazgos de Morena. No se alcanzó a ver el gesto de Delgado cuando Xóchitl Gálvez reveló una supuesta investigación de las autoridades de Estados Unidos sobre su persona por un supuesto nexo con Sergio Carmona, un empresario tamaulipeco asesinado en Nuevo León a finales del 2021, a quien se le acusó de financiar a Morena a cambio de operar con el llamado “huachicol fiscal” en las aduanas del país, pero el silencio en el salón fue sepulcral. Lo mismo cuando la candidata de la oposición volvió a llamar “narcocandidata” a Sheinbaum y “narcopartido” a Morena. También se notó la molestia de la mayoría de los morenistas cuando Gálvez habló del tema religioso y la tachó de “hipócrita”.

Fuera de esos momentos incómodos, el resto del debate transcurrió entre momentos de silencio y de algarabía, sobre todo cuando Sheinbaum respondía los ataques de Gálvez y posicionaba sus temas, las cuales traía muy bien estudiados y un guion del que poco o casi nada se salió. El momento de mayor efervescencia fue cuando la morenista remató con lo que consideró las diferencias de visiones entre la alianza opositora y la de la 4T. "Ellos son pasado, nosotros somos presente y porvenir”, remató.

Pero lo más marcado en aquella sala del Centro Cultural Tlatelolco fueron las tribus, o los grupos que, se sabe y se dice, poco se llevan y que de ganar Sheinbaum la Presidencia de la República van a generarle muchos dolores de cabeza. El caricaturista Rafael Barajas "El Fisgón”, director de la escuela de cuadros de Morena, y el ideólogo Pedro Miguel, representando a los “ultras” del movimiento, junto a Citlalli Hernández y Fernández Noroña, aunque estos dos últimos por su lado; el tabasqueño Adán Augusto López, con su excoordinador de campaña, Arturo Ávila, César Yáñez y Manuel Velasco, los conciliadores, quienes irán a mover los hilos al Congreso; Omar García Harfuch, Luz Elena González, Carlos Ulloa y Alfonso Brito, del equipo de la CDMX cercano a Sheinbaum; los líderes de trabajadores Ricardo Aldana, Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces, representando al sindicalismo, entre otros morenistas como Juan Ramón de la Fuente y Tatiana Cloutier. El excanciller Marcelo Ebrard, muy callado, junto al extitular de la UIF, Santiago Nieto.

Conciliar con las tribus de Morena será uno de los grandes retos de Sheinbaum.

Posdata 1

Xóchitl Gálvez llegó con la espada desenvainada al tercer debate, en el que tenía la estrategia y la consigna de “noquear” a Claudia Sheinbaum, lo cual no logró, pero para las bases ciudadanas y partidistas de la coalición PAN-PRI-PRD fue bueno, toda vez que llegó con el músculo mostrado en la manifestación de la llamada “Marea rosa”, que anticipa una elección mucho más cerrada de la que marcan las encuestas, tanto en la capital del país como a nivel federal.

“Fueron demasiados golpes, a Claudia la entrenaron para verse modosita y buena onda, ella en lo suyo, es incapaz de contestar”, me dijo la candidata de la oposición ayer en una entrevista.

“Yo sabía que Máynez y ella venían los dos contra mí, porque ya soy la puntera; yo sabía que ella no iba a contestar absolutamente nada, pero sí que quedaran claras sus mentiras”, agregó.

Se calentó la elección. Viene un cierre de posiciones completamente encontradas y de mucho encono. El cierre de campaña de Sheinbaum será el miércoles 29, en el Zócalo capitalino, un poco para impulsar a la morenista Clara Brugada y otro para emular a AMLO y contrarrestar la manifestación de la “Marea rosa”. Xóchitl Gálvez irá a los cierres de campaña a los estados que van a tener elecciones de gobernador y pretende concluir en su tierra, en Hidalgo, también el miércoles 29, cuando terminan las campañas.

Posdata 2

Vaya noticia la que publicó ayer el Financial Times sobre que México está analizando opciones para obtener más recursos fiscales, lo que incluye desde restricciones en las deducciones fiscales a los bancos comerciales hasta la imposición de un impuesto extraordinario sobre sus beneficios; esto último requiere de una reforma legal.

Según el diario inglés, una de las personas consultadas, presuntamente del gobierno o de la Secretaría de Hacienda, dijo que “hay margen para cobrar más impuestos a los bancos”, que tuvieron ganancias extraordinarias en 2023, de más de 273 mil millones de pesos, 15% superiores a 2022.

La administración del presidente López Obrador heredará un déficit fiscal de 5.4% al próximo gobierno, lo cual preocupa a las calificadoras de riesgo y a los analistas. La manera de reducirlo es con un fuerte recorte al gasto público o bien con mayores ingresos fiscales. Si bien las dos principales candidatas presidenciales han asegurado que no planean hacer una reforma fiscal, en la 4T, la exjefa del SAT, Raquel Buenrostro, ya intentó ajustar las tasas impositivas por sector, argumentando que algunas estaban muy bajas. Dicha estrategia iba dirigida a sectores como el automotriz y minero. Un plan similar quizá es lo que están pensando en Hacienda para el sector financiero. Por lo pronto, las acciones de algunos de los principales bancos de México cayeron ayer: Banorte, 2.87%, e Inbursa, 1.04%.

Posdata 3

El viernes, en Ecatepec se detuvo al agresor de la candidata a la alcaldía de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, en un caso que se politizó por la importancia de la demarcación en los comicios del próximo 2 de junio, misma que podría ser definitoria en lo que apunta a ser una elección muy cerrada para la jefatura de Gobierno, la cual disputan Clara Brugada y Santiago Taboada.

El presunto agresor fue detenido de manera coordinada por las policías de la CDMX, del Edomex y la fiscalía de la CDMX. Las tres entidades han enfocado sus esfuerzos para coordinar detenciones, pues muchos de los crímenes que se cometen en ambos estados tienen que ver con las dos jurisdicciones.

Ojalá que la mancuerna del secretario de seguridad del Edomex, Andrés Andrade, con el titular de esa dependencia en la CDMX, Pablo Vázquez, rinda más y mejores frutos.

@MarioMal

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