Pablo Gómez

ha construido en silencio toda una estructura para dotar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de otro poder, adicional al financiero: la estrategia electoral para que Morena trascienda, por lo menos, el siguiente sexenio.

Pablo Gómez ha sido un funcionario subestimado en cinco meses que lleva como director de la UIF. Su poder en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es mucho más grande de lo que puede apreciarse a simple vista y de lo que ha ofrecido en su trayectoria como legislador.

El Pablo Gómez de la 4T tiene la capacidad para desarticular de un solo plumazo tanto la inteligencia financiera como el sistema electoral del país. Lo demostró en las últimas semanas con una labor enfocada a redactar la iniciativa de reforma electoral que presentó en la conferencia de prensa de Palacio Nacional, mientras la UIF recibía 195 juicios de amparos para el desbloqueo de cuentas.

La temida UIF, que ha sido usada comúnmente como un instrumento de persecución, sigue siendo un organismo débil para litigar ante tribunales los acuerdos de bloqueo frente a los presuntos lavadores de dinero o la delincuencia organizada. Muy pocos han tenido el privilegio de ser recibidos por Pablo Gómez en sus oficinas, quienes son en realidad dirigidas por Sandino Luna , encargado de la dirección de Normatividad.

Entre los que pueden presumir de una reunión con el titular de la UIF en lo que va del año están el productor Epigmenio Ibarra , quien prepara un documental sobre el neoliberalismo y sus efectos “nocivos” para el país. Es un trabajo para hacer frente al video reportaje que a finales del sexenio pasado se conoció como “El Populismo en América Latina”.

El documentalista solicitó toda la información existente sobre los últimos cinco expresidentes: datos, movimientos, compras, viajes e historias que se pudieran conseguir a través de la UIF. Con ese objetivo surgió el famoso SIARA de finales de marzo, es decir la solicitud de información a la CNBV para que el sistema bancario recopile también toda la información sobre la red de contactos cercanos a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Otro de los hechos que se le atribuyen en estos días a Pablo Gómez es influir en la decisión de destituir al vicepresidente de la CNBV, Sandro García Rojas . Se habla de una muy mala relación entre estos dos personajes, quienes llegaron a coincidir en un fraccionamiento donde eran vecinos.

Con estos logros en cinco meses llegó ayer Pablo Gómez a la conferencia matutina del Presidente para presentar la iniciativa de reforma electoral junto al secretario de Gobernación, Adán Augusto López , y el titular de la Agencia Nacional de Aduanas, Horacio Duarte . Los dos funcionarios de la Secretaría de Hacienda llevaban más de un mes trabajando en ese encargo presidencial.

No hubo demasiadas sorpresas en la propuesta: la desaparición del Instituto Nacional Electoral como lo conocemos para dar paso a un nuevo órgano de nombre Instituto Nacional de Elecciones y Consultas; la desaparición de los diputados y senadores plurinominales, y la idea de seleccionar a las autoridades electorales mediante voto libre y secreto, sin sopesar si los elegidos tienen la experiencia para resguardar derechos fundamentales.

Los objetivos son los del Presidente: intentar desaparecer a su antítesis, el INE, y proclamar el triunfo de una democracia que se ve cada vez más debilitada.

Pablo Gómez intentaría colocarse como cabeza de ese nuevo órgano electoral.

Ya veremos si la oposición legislativa se posiciona en bloque igual que lo hizo con la reforma eléctrica.

@MarioMal
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