Para los inversionistas, los fundamentales de una empresa –sus indicadores principales como ingresos, flujo y rentabilidad– son parte importante en la toma de decisiones sobre comprar o vender acciones de una emisora que cotiza en los mercados bursátiles. Sin embargo, las expectativas sobre su desempeño futuro, el entorno político y económico de los países donde opera, así como la afinidad de los gobernantes en turno a ciertos sectores, compañías o empresarios también son muy relevantes; a veces más de lo que quisieran los inversionistas o los propios dueños de las empresas.
En la era de la Cuarta Transformación, la simpatía del Presidente hacia ciertos sectores o empresarios es primordial para la toma de decisiones de los inversionistas. Un ejemplo de ello fue el desempeño que tuvieron ayer en la Bolsa las acciones de Grupo Televisa y de TV Azteca, luego de que se anunciara un acuerdo entre la Secretaría de Educación Pública federal, los medios públicos y las televisoras privadas más importantes del país para la transmisión de contenido educativo del ciclo escolar 2020-2021.
Los títulos de Televisa se dispararon hasta 14.3% en la Bolsa Mexicana de Valores, para cerrar con una apreciación de 11.1%. Se trata de uno de los repuntes más fuertes para el grupo que codirigen Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia en una sola jornada. Si bien la racha positiva de la empresa que preside Emilio Azcárraga , quien estuvo el lunes en la conferencia en Palacio Nacional, se dio a partir de hace un par de meses, tras la presentación de su servicio Izzi Móvil y sus resultados financieros del segundo trimestre, el aumento de ayer también tiene que ver con el respaldo que ha mostrado AMLO a los medios de mayor penetración, como la televisión.
La empresa de Ricardo Salinas Pliego , TV Azteca, subió el martes 7% en la Bolsa. Si bien es una compañía más pequeña y con menos bursatilidad que Televisa, el impulso del convenio con la SEP –el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, trabajó en Grupo Salinas– también influyó en el interés de los inversionistas por comprar acciones de la segunda televisora privada más grande del país.
El copresidente ejecutivo de Televisa, Bernardo Gómez, y el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, además forman parte del Consejo Asesor Empresarial del presidente López Obrador, y estuvieron como invitados especiales en la visita que hizo el titular del Ejecutivo a Washington hace unos días para reunirse con Donald Trump.
En aquella visita de principios de julio, Andrés Manuel López Obrador decidió que los empresarios que lo acompañaron fueran los dueños de los medios de comunicación más importantes del país.
Así, junto con el presidente de Grupo Imagen, Olegario Vázquez Aldir, y Francisco González , de Grupo Milenio, quienes estuvieron presentes también en el anuncio del lunes en Palacio Nacional, el Presidente les ha lanzado, de nueva cuenta, un puente a los empresarios de los medios de comunicación más influyentes de México.
¿Cuál es el trasfondo de esa buena relación? Sólo AMLO lo sabe, pero de entrada es porque considera a estos empresarios como unos en los que puede confiar.
¿Tiene tintes electorales? Es difícil no ponerlo como hipótesis, conociendo al animal político que es AMLO, pero hasta ahora la mayoría de estos medios se han mostrado independientes en su línea editorial. A estas alturas, se ve muy difícil que cambien.
Ojalá que esta colaboración de los empresarios de medios con la 4T sea el inicio de una verdadera tregua y que, a partir de esto, evite seguir denostando el trabajo de los periodistas y los medios de comunicación.
Por el bien del país y la democracia.
Mancerista huye a Oaxaca
Jaime Slomianski Aguilar,
el otrora poderoso excolaborador y socio del exjefe de gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera , de quien ya le hemos hablado anteriormente en esta columna, se fue a Oaxaca para huir de las investigaciones en su contra.
Se dice que está en busca del manto protector de dos viejos políticos oaxaqueños, el auditor superior de la Federación, David Colmenares Páramo, y el actual diputado local y delegado nacional de Morena en esa entidad, Ericel Gómez Nucamendi , viejo amigo de Yeidckol Polevnsky. Esta última, por cierto, señalada por actos de corrupción durante su mal lograda dirigencia nacional del partido en el poder.
Slomianski no es nuevo en esas tierras, pues hace unos años colaboró en la administración de Gabino Cue , otro oaxaqueño señalado de corrupción.
Al parecer, Slomianski Aguilar quiere despistar a sus adversarios haciéndoles creer que ya es parte del autodenominado “Grupo Oaxaca” y que goza de la protección de personajes cercanos a la cúpula de la 4T.
¿Le alcanzará para salvarse a quien alguna vez soñara con relevar a Mancera en la Jefatura de Gobierno de la CDMX?
mario.maldonado.padilla@gmail.com