En medio de las crisis sanitaria y económica, en las que el gobierno federal ha brillado por su mala gestión, Andrés Manuel López Obrador alista la estrategia financiera para encarar las elecciones legislativas y de gobiernos estatales del próximo año. Aquí sí, va sin austeridad de por medio, porque si algo le interesa al Presidente es que su proyecto político trascienda.
Hace un mes contamos aquí que la llegada de Horacio Duarte a la Administración General de Aduanas tiene detrás de sí el objetivo de aumentar la recaudación de impuestos en las aduanas, las cuales actualmente generan cerca de un billón de pesos al año, pero que con un poco de mano dura y decisión podrían aportar 500 mil millones adicionales. Duarte no es cualquier funcionario: es uno de los principales operadores electorales de AMLO, quien sabe que sólo con dinero, mucho dinero, se pueden ganar elecciones.
El otro operador electoral de López Obrador se llama Gabriel García , actual coordinador de los Programas para el Desarrollo, el mismo que en la elección de 2018 operó y financió los comités territoriales de Morena que terminaron por asegurarle el triunfo al ahora Presidente de la República.
Para el también coordinador de los llamados “siervos de la nación” la coyuntura se ve como un resurgimiento, luego del desgaste en imagen que le representa organizar a los 32 súper delegados federales, 12 de los cuales hoy se encuentran bajo investigación de Fiscalías o de la Función Pública.
También se recuerdan en el gabinete las reprimendas que en público le propinó el titular del Ejecutivo porque nunca logró presentar avances o resultados convincentes en el levantamiento del llamado Censo del Bienestar.
De hecho, este ejercicio sigue causando polémica ante la pandemia del Covid-19, debido a que sus números, aún desconocidos, fueron presuntamente utilizados como base para repartir los créditos por hasta 25 mil pesos a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Se ignora cuánto costó el levantamiento de las encuestas, cuánto personal se utilizó, en qué localidades se llevó a cabo y cuántas personas fueron censadas. Los detalles metodológicos no aparecen tampoco en la Secretaría del Bienestar, de María Luisa Albores y, sobre los recursos utilizados para la encuesta, la Secretaría de Hacienda, a cargo de Arturo Herrera , ha preferido no opinar.
La realidad es que, según diversas fuentes dentro de la administración federal, dicho censo resultó ser un gasto inservible —nadie sabe exactamente de cuánto—, pues la entrega de recursos tuvo que realizarse con los criticados padrones del sexenio anterior.
Las habilidades de Gabriel García, aunque economista por la UNAM, no parecen ser la estadística; sin embargo, sus resultados en materia de movilización de voto lo ponen nuevamente en una posición de privilegio frente a la figura Presidencial.
En los siguientes días el coordinador de los Programas de Desarrollo será el encargado de designar a nuevos titulares en la Unidades de Administración y Finanzas, incluso en áreas que rebasan lo relacionado con la Secretaría del Bienestar.
Se suman a los enroques algunos cambios en los encargados de la dispersión de apoyos para el campo, los mismos que, según convenció Gabriel García a su jefe, también deberían depender, por lo menos en los hechos, de su cada vez más poderosa Coordinación, sobre todo en tiempos en que Morena se juega el control pleno del Congreso.
El anuncio se espera para esta misma semana, con nuevos UAFs —antes oficiales mayores— en dependencias como la Secretaría del Bienestar, Segalmex y Financiera Nacional para el Desarrollo; todos con la encomienda de concentrar las decisiones monetarias en un solo personaje: Gabriel García, el operador financiero de la Cuarta Transformación.
En este equipo de operadores financieros-electorales no tienen cabida nombres como el de Alfonso Romo, Marcelo Ebrard o Julio Scherer , y toman fuerza perfiles como el de Gabriel García, Horacio Duarte, Octavio Romero y la propia Raquel Buenrostro , todos encargados de carteras relevantes para obtener recursos para el financiamiento de las campañas.
Cambios en Segalmex
A propósito de los cambios ordenados por Gabriel García, uno relevante se dio en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), a cargo de Ignacio Ovalle , con la salida de René Gavira , titular de la Dirección de Planeación y Finanzas del organismo, que es uno de los más importantes para la entrega y abasto de productos del campo y canasta básica. Su presupuesto para este año es de poco más de 15 mil millones de pesos.
La salida de este funcionario, si bien fue impulsada por García para poner a uno de sus alfiles, también está marcada por su participación en la entrega de un contrato por mil 714 millones de pesos para arrendar durante cuatro años camiones de la marca china “Foton Motor” a Jet Van Car Rental, firma de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López , que falló en los tiempos de entrega pactados, por lo que fue penalizada.
mario.maldonado.padilla@gmail.com