El 9 de julio del 2019, al salir del restaurante Morton’s de la Ciudad de México, Juan Collado fue aprehendido por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR). El abogado de los poderosos, eslabón clave para dispersar cientos de millones de dólares y euros en el extranjero, iba a acompañado del líder petrolero, Carlos Romero Deschamps , quien en un primer momento pensó que iban por él.

Era el inicio de un tormentoso proceso jurídico dentro del Reclusorio Norte, donde lo presionaron con todos los medios posibles para que declarara en contra de los políticos y empresarios con los que tuvo relación, además de que entregara propiedades y empresas, como la financiera Caja Libertad, de la cual era presidente al momento de su detención. Luego de dos años y medio de prisión preventiva, Collado, quien enfermó durante su reclusión, ve la luz al final del túnel y podría ser liberado este fin de semana, tras haber denunciado a un grupo de abogados que le ‘vendieron’ la idea de que su libertad estaba ligada a la de su sofipo (Caja Libertad) y a que inculpara a funcionarios y políticos del más alto nivel de los sexenios de Carlos Salinas de Gortari a Enrique Peña Nieto .

La fortuna de Collado está relacionada, paradójicamente, a la mala suerte del fiscal Alejandro Gertz Manero , quien en las últimas semanas ha enfrentado una andanada de denuncias mediáticas y políticas sobre su patrimonio y el uso de la Fiscalía para resolver sus asuntos personales. La guerra se la declararon dos exfuncionarios que tuvieron tanto poder como se los permitió el presidente Andrés Manuel López Obrador , pero quienes hoy, al no ostentar un lugar en el gabinete, quedaron expuestos al contraataque del fiscal.

Reza el dicho que nadie sabe para quién trabaja, y la frase aplica al exconsejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra , pues fue él quien en su momento convenció al fiscal Gertz de otorgarle un criterio de oportunidad a Collado para recuperar su libertad a cambio de un acuerdo reparatorio, que significaba renunciar a Caja Libertad y a otros activos y cuentas en el exterior.

La misión se vendió en Palacio Nacional como una apuesta para rescatar los recursos de 1.5 millones de ahorradores que habían depositado su confianza en la nueva marca Libertad Servicios Financieros, y que tenían acumulada para entonces una bolsa de 7 mil millones de pesos. Pero se trató más bien de un acercamiento con Collado para obtener información sobre los más de 100 millones de euros que el abogado habría mandado a Andorra y a otros países.

El interés en dejar libre a Collado iba creciendo conforme se incrementaba también el monto que el Banco Privado de Andorra vinculaba con Collado, el cual llegó a calcularse en unos 2 mil 400 millones de dólares, presuntamente pertenecientes a los clientes del abogado.

Collado buscó a Scherer desde el inicio de la administración, pues sabía que la posición en que lo habían dejado sus clientes, si bien era decorosa financieramente hablando, no era la más cómoda frente a la 4T, ni ante los ojos de Andrés Manuel López Obrador. Encontró en el consejero Jurídico el pragmatismo para dialogar aún después de ser encarcelado y, ante la posibilidad de irse a su casa bastante menos millonario, indicó a sus abogados que pusieran en pausa su defensa.

Pero la caída de Julio Scherer modificó el panorama y, desde hace unas semanas, Gertz Manero negoció nuevas condiciones para Collado, entre las cuales está denunciar un modus operandi de un grupo de abogados que le prometieron su libertad, y cuyos expedientes están abiertos, en busca de ser judicializados a la brevedad.

Posdata

Ayer se despidió Alejandro Díaz de León del Banco de México con la última decisión de política monetaria del 2021, luego de cuatro años como gobernador y más de 30 de haber sido parte de la institución más respetada y valorada para la estabilidad económica y financiera del país. Su labor como banquero central en los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue crucial para mantener la autonomía y su ley orgánica intactas. Se enfrentó a los intentos de contaminar las reservas internacionales con los excedentes de dólares de la banca comercial, frenó los deseos de usar los remanentes para financiar el gasto o pagar deuda pública y, sobre todo, generó certeza y colaboración con todo el sistema financiero para navegar la crisis económica que generó la pandemia. Sin duda un gran banquero central, de carrera. Deja la vara alta para la “sangre nueva” de la Junta de Gobierno de Banxico.

Lotenal, bajo escudriño

Luego que se llevó a cabo el Sorteo Especial 252, que tenía entre sus premios una casa frente al mar de Sinaloa, la Lotería Nacional salió a desmentir la existencia de un supuesto fraude, pero no es el único tema por el que se coloca bajo escudriño, ya que la institución al mando de Margarita González Saravia aceptó costos por jornada mensual de limpieza que rebasan los que fueron asentados en el Contrato Marco que realiza año con año la Secretaría de Hacienda, y que fueron modificados un par de meses atrás.

De acuerdo con el documento, en la Ciudad de México los precios de reserva quedaron en 8 mil 853 pesos, pero la proveedora ganadora del proceso IA-006HJY001-E176-2021 elaboró su cotización al considerar 8 mil 995 pesos, cantidad que además de resultar más elevada que la anterior, también sobrepasa los 8 mil 423 pesos que solicitaba la Lotenal. A pesar de ello, el contrato se firmará este 20 de diciembre con Aseo Privado Institucional y, según el fallo, se estableció que su monto total llegará a un millón de pesos. La compañía relacionada con José Juan Reyes Domínguez ha sido puesta bajo la revisión de las autoridades por supuestos sobrecostos detectados en un contrato con el AICM.

@MarioMal
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