El despiadado asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y el baño de sangre en Sinaloa, Guanajuato y Chiapas, por mencionar algunos ejemplos, inauguraron el sexenio de Claudia Sheinbaum con el mismo sello de su antecesor: un vacío de autoridad y un Estado fallido en varias entidades del país; con la inseguridad y la violencia permeando todas las estructuras de gobierno y buena parte del territorio nacional.

La realidad que se le estrelló en la cara al nuevo gobierno hace que todo los reflectores del país y de una parte de la comunidad internacional se enfoquen en la estrategia de seguridad que presentará este martes Claudia Sheinbaum y su gabinete de seguridad.

Si bien desde los últimos tres sexenios se ha echado mano de las Fuerzas Armadas para combatir a los criminales y preservar la seguridad pública, la administración de Sheinbaum arranca con la totalidad de cuerpos policiacos federales bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional, aunque también con unos dos mil sobrevivientes de la desaparecida Policía Federal, quienes, tras ser dados de baja de la Guardia Nacional, regresan a ser parte de una fortalecida Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

La clave, además de la estructura mixta que se ha dado a los mandos del sistema de seguridad, están en los perfiles que fueron elegidos para operar la estrategia desde las diferentes trincheras. En el sexenio en el que se terminó de entregar al Ejército la operación de los cuerpos de seguridad pública, las expectativas están puestas sobre los hombros de un civil: el exsecretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch.

Con la labor realizada en la capital del país, para combatir a las bandas criminales y generar una percepción de respuesta rápida de parte de las autoridades, García Harfuch se ganó la confianza de un buen porcentaje de los ciudadanos y de la ahora presidenta de la República.

Desde la Secretaría de Seguridad federal, García Harfuch pretende edificar una carrera política prometedora, no obstante, quienes han pasado por esa dependencia saben lo difícil que es mantener los buenos resultados y, por lo tanto, la popularidad.

No obstante, a Harfuch se le han dado las herramientas para generar resultados. Se confirmó –como adelanté el 18 de septiembre– que controlará el Centro Nacional de Inteligencia, con la llegada de su colaborador Francisco Almazán Barocio, además del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con Marcela Figueroa. También se sumaron a su equipo excolaboradores clave como Omar Reyes y Francisco Moreno, para controlar las penitenciarías y la seguridad en las carreteras, respectivamente.

En dicha estrategia, Harfuch se coordinará con viejos lobos de mar, como el general Ricardo Trevilla, titular de Sedena, y el almirante Raymundo Morales, nuevo secretario de Marina; ambos fueron elegidos minuciosamente de una lista de aspirantes a esos cargos por su trayectoria en el terreno operativo, por un perfil y hoja de servicios sin indicios de corrupción y por su disposición a coordinarse con los mandos civiles. También será clave en este equipo la labor del general de Brigada Hernán Cortés, comandante interino de la Guardia Nacional.

Sobre la estrategia de seguridad para los primeros 100 días de gobierno, ésta consiste en la conformación de fuerzas de tarea, con policías, militares y marinos, para enfocarse en 10 ciudades y dos zonas con alta incidencia de violencia: Tijuana, León, Celaya, Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, Chihuahua, Cajeme, Tlajomulco y Colima, además del área limonera de Michoacán y diversas zonas de Chiapas.

La apuesta es que a esta estrategia se sume Alejandro Gertz Manero, con la Fiscalía General de la República, y Pablo Gómez, con su Unidad de Inteligencia Financiera; aunque en este caso los acuerdos han sido solamente de palabra.

Una auténtica hazaña, la que tienen de frente la presidenta Sheinbaum y su gabinete de seguridad.

Posdata 1

Cerca de 500 personas han sido asesinadas en la primera semana del sexenio de Claudia Sheinbaum. Los datos son de la consultora TResearch y hasta el cierre del domingo el total fue de 488 asesinatos, es decir, un promedio diario de 81.3 casos.

Guanajuato, que gobierna la panista Libia Dennise García, concentró el mayor número de homicidios, con 94 casos, mientras que los estados que no registraron homicidios o feminicidios fueron Querétaro, que encabeza el también panista Mauricio Kuri, ni Yucatán, gobernado por el morenista Joaquín Díaz.

Si bien Sinaloa no figura entre los tres estados con más asesinatos en lo que va del sexenio de Sheinbaum, desde el 9 de septiembre –cuando se recrudeció la confrontación entre Los Zambada y Los Chapitos– a la fecha, el estado que mal gobierna el morenita Rubén Rocha acumula cerca de 200 homicidios.

Posdata 2

Vaya zarpazo el que le dio la Comisión Federal de Competencia Económica a la fabricante de harina de maíz y tortillas, Gruma, de la familia González y Hank, luego de que este lunes se publicara un dictamen preliminar en el que determina que concentra el mercado de harina de maíz nixtamalizada.

Tras la noticia, las acciones de Gruma se desplomaron 7.64% a 334 pesos cada una en la Bolsa Mexicana de Valores.

La Cofece concluyó, preliminarmente, que no existen condiciones de competencia en el mercado de harina de maíz nixtamalizada que se vende a las tortillerías de México, por lo que Gruma tendría que vender cinco de sus 18 plantas.

De acuerdo con el regulador, la empresa tiene entre el 50% y el 90% de las ventas en cada una de las regiones, es decir, en algunas regiones del país, casi nueve de cada 10 kilos de harina son vendidos por ella.

Asimismo, indicó que tiene una participación de mercado entre 22 y 80 veces mayor que su mayor competidor en cada una de las regiones y un precio promedio casi 10% mayor que el de sus competidores a nivel nacional.

Gruma indicó que presentará pruebas para desvirtuar las conclusiones preliminares de la Autoridad Investigadora de la Cofece sobre su dominancia en el mercado y encontrar medidas alternativas a la desincorporación de activos.

Posdata 3

Este miércoles el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, se reunirá con la presidenta Claudia Sheinbaum para abordar los temas más relevantes a tratar en la reunión del próximo martes con empresarios de Estados Unidos y otros países, el llamado CEO Dialogue 2025, el cual se lleva a cabo cada año en el marco del TMEC.

La agenda estará cargada, principalmente por tres temas; el primero: los cambios constitucionales en México, particularmente la Reforma Judicial y la certidumbre jurídica; el segundo: el nearshoring y los anuncios de inversión de empresas de Estados Unidos en México; y el tercero: la relación comercial, con acento en la producción y exportación de vehículos chinos en México, una de las grandes preocupaciones de la industria automotriz del país que gobierna Joe Biden y que a partir del 2025 cambiará de presidente. Ya sea que regrese a la presidencia un muy vocal y estridente Donald Trump o llegue una política de más bajo perfil, pero férrea nacionalista, Kamala Harris, con ninguno de los posibles nuevos inquilinos de la Casa Blanca se ve fácil la relación comercial con México ni la renovación del TMEC en 2026.

@MarioMal

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