Entre los sectores en los que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador deja muchas deudas, promesas incumplidas y escándalos de corrupción, está el agropecuario. No se ha cumplido el objetivo de la autosuficiencia alimentaria ni tampoco se tiene certeza de que ahora “coman mejor quienes nos dan de comer”, tal y como lo pronunció en su discurso de toma de posesión la nueva presidenta Claudia Sheinbaum. Más aún, el caso de Segalmex, en el que el gobierno reconoció un desvío ilegal de 2 mil 700 millones de pesos –aunque fueron más de 17 mil millones– es una muestra de la descomposición que hay al interior de las instituciones, sobre todo en las colocaciones financieras y en el manejo de los recursos.
Los mecanismos de financiamiento de proyectos para el campo fueron desmantelados y desaprovechados, o en el mejor de los casos destinaron sus recursos para financiar proyectos con empresas cuyos directivos incurren en conflicto de interés, ya que participaron en el desarrollo de los mecanismos para colocar los créditos.
Un caso al que se debe poner atención, por el potencial escándalo de corrupción que significa, es el del Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural, mejor conocido como Focir, en el que se se ha denunciado la repartición de una bolsa crediticia de 5 mil millones de pesos entre amigos cercanos a su director, Héctor Francisco Piña Salinas.
En los últimos meses el Focir le ha aportado al intermediario financiero FARM Capital más de 100 millones de pesos como socio para proyectos agroindustriales. Se trata de una FIBRA del Grupo Enture, denominada como Fidecomiso de Administración de Rentas Múltiples.
El socio fundador de Grupo Enture, y por lo tanto controlador de la FIBRA agropecuaria, es Andrés Vázquez Lamont, quien se desempeñó en el sexenio de Enrique Peña Nieto como gerente de Fomento de Inversión Corporativa en el propio FOCIR. A él le correspondió trabajar las reglas de operación del programa de capital de riesgo.
Con este apoyo de capital de Focir, la FIBRA de Enture intenta levantar en la Bolsa unos 2 mil millones de pesos para echar a andar proyectos del sector agropecuario, entre los que se encuentran amarrados una granja para reproducción de cerdos y una planta de producto bovino con sello TIF.
El actual director del Focir, Héctor Piña, también está involucrado con este intermediario financiero. Hasta hace unos años, antes de reingresar al servicio público, fue director de Banca de Inversiones de Grupo Enture. En otras palabras, la relación de Piña Salinas con Vázquez Lamont es de subordinado.
A todo esto se suma que el par de especialistas en colocación de fondos para financiamiento de empresas agropecuarias ha logrado colocar a una buena parte de su equipo de trabajo en los puestos directivos de este Fondo de Capitalización del gobierno federal.
Entre los operadores que Piña Salinas ha logrado colar a la estructura del Focir, y que presuntamente operan para beneficiar financieramente a las amistades, están Mariana Liberato Pérez, César Dolores Aguilar, María de los Ángeles Moreno Guerrero y José Luis Gustavo Arellano Alvite.
En el Focir, que depende de la Secretaría de Hacienda, a cargo de Rogelio Ramirez de la O, se asegura que Mariana Liberato es quien realiza las funciones de directora del fondo, mientras que Piña opera los financiamientos de Grupo Enture. El objetivo es moverse en el más bajo perfil: “Entre menos se conozca del Focir, es mejor”, por lo que este lleva varios años sin proyectos relevantes en los estados relacionados con el sector agroindustrial.
Posdata 1
En la banca de desarrollo la única certeza hasta ahora sobre quién seguirá en su cargo como director general es Jorge Mendoza al frente de Banobras, pero quien no está del todo firme es Luis Antonio Ramírez Pineda en Nafin-Bancomext.
Se sabe que en la Secretaría de Hacienda impulsan a Maricarmen Bonilla, titular de la Unidad de Crédito Público y Asuntos Internacionales. La financiera es experta en colocaciones de deuda y administración de activos.
Y aunque Ramírez Pineda asegura que se queda al frente, porque también fue una propuesta de Ramírez de la O que al parecer no ha convencido del todo a la presidenta Claudia Sheinbaum, la titularidad del banco está en vilo.
Lo mismo sucede con el Banco del Bienestar, que encabeza Víctor Lamoyi, especialista en Finanzas Públicas quien también asegura que se mantendrá en el cargo, aunque hasta el momento no se tiene definido. Dicha institución ha sido una rifa del tigre para los tres directores que pasaron durante el gobierno de López Obrador. Ha estado en el ojo del huracán por malos manejos, corrupción y la tentación que significa ser el principal dispersor de los recursos de los programas sociales.
Por lo pronto Sheinbaum anunció que se van a construir “farmacias del Bienestar” a un lado de las sucursales del Banco del Bienestar, según lo anunció en sus 100 compromisos de gobierno. Ya se verá si este esquema sí funciona o fracasa, como la ocurrencia de la “megafarmacia”.
Posdata 2
Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), estuvo muy activo este 2 de octubre por la conmemoración de la matanza estudiantil de 1968. El funcionario acusó que la represión ordenada por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz terminó en una masacre, de la cual él fue un “preso político”.
En la primera conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de la UIF aseguró que el movimiento estudiantil se levantó en contra de la represión reivindicando las libertades democráticas.
Y como se reveló en este espacio hace varios días, Gómez Álvarez se mantendrá al frente de la UIF por un tiempo. Para dicha oficina hay más de cinco candidatos: dos en Hacienda, uno en la Secretaría de Seguridad Ciudadana y otros dos entre la Oficina de la Presidencia y el Servicio de Administración Tributaria. Ya veremos por quién se decanta en su momento la Presidenta.
Posdata 3
Por cierto que otra funcionaria que ya fue nombrada, pero aún no anunciada al frente de la Subsecretaría de Prevención del Delito en la Secretaría de Seguridad Ciudada es Esthela Damián, una de las mujeres de mayor confianza de Claudia Sheinbaum, quien fue su coordinadora de campaña en las elecciones de 2018 hacia la Jefatura de Gobierno de la CDMX y luego fue la titular del Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México.
@MarioMal