Un vendaval se cierne sobre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a cargo del recién llegado Jorge Arganis Díaz Leal . Más allá de los negocios que permitió cuando estuvo a cargo del proyecto de la refinería de Dos Bocas –incluidos los de parientes de la secretaria de Energía, Rocío Nahle –, su principal dolor de cabeza ahora es el subsecretario de Infraestructura, Cédric Escalante, quien en su momento incluso se postuló para ocupar el lugar que dejó vacante Javier Jiménez Espriú .

La última maniobra del subsecretario Escalante aumentó las tensiones ya existentes en el sector de la construcción, cuyos representantes han denunciado una “hermandad mafiosa” dentro de los centros estatales de la SCT, donde se despachan contratos de obra pública a un selecto grupo de empresas.

El encono en esta ocasión fue por la divulgación de un audio entre el subsecretario y la diputada morenista por Durango, Martha Olivia García Vidaña , quien interviene para agendar una cita entre el subsecretario e integrantes de la Confederación de Industriales y Constructores de Veracruz, una asociación considerada ‘fantasma’ y desconocida por la propia Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

Lo que aqueja a los empresarios es que el subsecretario Escalante no atiende más que las llamadas de uno de sus más cercanos: Marcos Salas , un expanista expulsado en su momento de las filas de la CMIC y quien está al frente de la polémica confederación veracruzana.

Aunque la llamada fue operada a través de la legisladora federal, para el sector no quedó duda de la corriente del río, en especial cuando unos meses antes la propia CMIC intentó obtener una cita para manifestar su preocupación por el traslado a la Ciudad de México de los procesos para las licitaciones.

Este no es el único señalamiento que pesa sobre el subsecretario de Infraestructura. Cedric Escalante cosechó 24 años de experiencia en la SCT, donde es un viejo conocido en cuestión de licitaciones y adjudicaciones, lo que le ayudó a levantar su propia empresa en 2007, recién salido del gobierno.

Su empresa se llama Consultores y Constructores Escalante, la cual se benefició de contratos de obra pública por más de 436 millones de pesos durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto . El uso de la práctica de “puerta giratoria”, para ir y venir de lo público a lo privado, lo ha empleado más de una vez a favor de su círculo cercano.

Un ejemplo son las obras en Veracruz que desde su oficina se han concedido al Grupo Constructor Empresarial Taurus, cuyo apoderado legal es Marcos Salas . En 2018 recibió un contrato por más de 20 millones de pesos y el pasado 21 de mayo se vio beneficiado por la adjudicación de un proyecto para reconstrucción y obras en el camino Almolonga–Tepetates–Tepetlán con un valor de 12 millones 620 mil pesos.

La 4T significó el regreso de Cedric Escalante, 11 años después, a una secretaría que conoce como trabajador y contratista desde hace más de tres décadas, experiencia que debería usar en función de su encargo y no discrecionalmente.

Las denuncias en su contra han llegado hasta la curul del diputado potosino Ricardo del Sol, quien fue más lejos y acusó que el subsecretario y sus huestes poseen una red de testaferros y prestanombres que realizan simulaciones en la asignación de contratos, situación de la que ya se ha dado cuenta a la Secretaría de Gobernación, a cargo de Olga Sánchez Cordero, y a la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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