El fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, fue de nueva cuenta el gran ausente en la conmemoración del 106 aniversario de la Constitución, donde estuvieron los representantes de los tres poderes de la Unión, además de gobernadores y secretarios de Estado.

En esta ocasión, la ausencia en el Teatro de la República de Querétaro se sintió por las versiones sobre que el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró esta ocasión como una gran oportunidad para la reaparición, y para echar por tierra los rumores con respecto a su estado de salud.

Lo cierto es que el fiscal Gertz se recupera en su casa, tras la cirugía en la espina dorsal que le realizaron en la clínica Johns Hopkins de Baltimore, y no piensa en lo absoluto poner su renuncia sobre la mesa o apartarse de la FGR para darle paso a alguien más, según fuentes cercanas. El fiscal general está convencido de que puede acabar su mandato o por lo menos el sexenio del presidente López Obrador como titular del ministerio público.

El fiscal Gertz está operando desde su casa y los fiscales especiales le reportan directamente a él. Su mano derecha, Juan Ramos, no ha tomado su lugar.

Se asegura que Gertz reaparecerá en público hasta que haya completado plenamente su proceso de recuperación y la imagen que muestre nuevamente al público sea de fortaleza. Para sus cercanos aún quedan unos días para que llegue ese momento, pero afirman que sucederá.

Gertz tiene que luchar otra vez contra los grupos de poder que ambicionan su posición en la FGR y que ven esta convalecencia como una gran oportunidad para impulsar a perfiles que les prometen una relación mucho más amable y, probablemente, hasta de conveniencia. Ante las publicaciones sobre su estado de salud y su posible dimisión, el fiscal ha hablado por teléfono con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de lo que considera una “guerra sucia”.

La lista falsa que circuló hace unas semanas con los nombres de posibles sustitutos de Gertz Manero es un ejemplo de la lucha que hay dentro y fuera del gobierno para controlar esa posición de poder. Aunque muchos de esos candidatos están impedidos constitucionalmente para asumir el cargo, siempre está disponible la figura de “encargado de despacho”.

En la lista aparecen nombres como el del ministro Arturo Zaldívar y los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal, Eva Verónica de Gyvés Zárate y Bernardo Bátiz Vázquez; los tres están impedidos para llegar por la vía legal.

En el número cuatro de esa lista, y luego en diversos espacios de discusión política, aparece el nombre del fiscal General de Justicia Militar, Miguel Carrasco Hernández, un general de brigada y abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México con más de 40 años de trayectoria en el Ejército Mexicano.

Si bien Carrasco tiene una buena reputación, tanto en el Ejército como fuera de él, la idea de militarizar la procuración de justicia no parece ser la mejor en un Estado en el que las Fuerzas Armadas también son administradoras de las tareas que le corresponden a los civiles.

Posdata

En la conmemoración del 106 aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917 en Querétaro hubo algunas cosas a resaltar. Por un lado, el gobernador anfitrión, Mauricio Kuri, fue bien recibido por el presidente López Obrador e incluso los “ultras” de Morena resaltaron su institucionalidad. El panista que fue menos terso fue Santiago Creel, quien criticó la reforma electoral del presidente. Tampoco fue suave el discurso de la presidenta de la Corte, Norma Piña, en defensa del Poder Judicial, mientras que el mensaje del morenista Alejandro Armenta estuvo demasiado plegado al gobierno.

@MarioMal

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