El Servicio de Administración Tributaria (SAT) es una de las dependencias de alto nivel que la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no ha definido, entre otras cosas porque es un cargo de primera importancia para la recaudación fiscal y el financiamiento del presupuesto federal, y porque el presidente López Obrador sugirió mantener a su actual director.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quiere ese cargo para poder instrumentar de manera integral el Paquete Económico del próximo año, el cual será particularmente complicado por el alto déficit fiscal de 6%, la desaceleración económica y la obligada reducción del gasto público.

El presidente Andrés Manuel López Obrador recomendó a Sheinbaum mantener a Antonio Martínez Dagnino como jefe del SAT. Y si bien el el amigo de los hijos del Presidente, los hermanos López Beltrán, ha hecho un buen trabajo en materia de recaudación, con un récord de 21 billones de pesos, no ha sido suficiente para convencer a la Presidenta electa de ratificarlo, aunque la mayoría de las fuentes consultadas aseguran que así será: Martínez Dagnino se queda.

Es por esto que en la oficina del secretario Rogelio Ramírez de la O se comenzó el proceso de reforma al Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda, con el cual se busca restituir la Subsecretaría de Ingresos, desaparecida con el gobierno del presidente López Obrador.

La propuesta es impulsada directamente por Ramírez de la O, aunque el trabajo técnico está bajo la responsabilidad del actual jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda, Fernando Baca Rivera, quien es a su vez candidato para ocupar la posición de encargado de los Ingresos de la Federación, que tuvo alguna vez Arturo Herrera.

La Subsecretaría de Ingresos fue una de las 10 que desaparecieron mediante el “decreto por el que se establecen las medidas de austeridad que deberán observar las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal”, publicado el 23 de abril de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, justo al inicio de la pandemia de Covid 19.

Las funciones de esa posición las venía absorbiendo la Subsecretaría de Hacienda y Crédito Público, la cual dejará este mes Gabriel Yorio para enrolarse en el equipo del Banco Interamericano de Desarrollo. Su lugar será ocupado por el exdirector para Latinoamérica de Moody's, Alejandro Olivo.

El proyecto de restituir la Subsecretaría de Ingresos está en la oficina de Grisel Galeano, la procuradora Fiscal de la Federación, en el cual se establece una estructura de tres Subsecretarías: la de Hacienda, que encabezará Alejandro Olvio; la de Egresos, en la que ya se confirmó a Bertha Gómez Castro; y la de Ingresos, para la que, además de Fernando Baca, se baraja el nombre de Félix Arturo Medina.

Arturo Medina, actual subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, es una de las cartas que ha impulsado el secretario Ramírez de la O para tomar las riendas del SAT; sin embargo, ante una aparente decisión de Sheinbaum de apegarse a las recomendaciones de López Obrador, se deberá que buscar una fórmula para controlar las labores fiscales desde otra trinchera.

Si bien la futura presidenta de México no ve con malos ojos las intenciones de mantener independencia de la Secretaría de Hacienda del SAT, el regreso de una Subsecretaría de Ingresos tendría que pasar por otra muy difícil aduana, que es la de la austeridad.

Posdata 1

Si bien todo apunta a que Antonio Martínez Dagnino se quedará al frente del SAT, la versión que corre como pólvora en el gabinete de transición de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, es que a la mayoría de los funcionarios amigos o cercanos a los hijos del Presidente se les están ofreciendo cargos en los estados de la República, con tal de que no se queden en la administración pública federal.

Dos casos: el actual subsecretario de Egresos de Hacienda, Juan Pablo de Botton, quien será secretario de Finanzas de la CDMX con la morenista Clara Brugada; y Alejandro Calderón Alipi, director del IMSS-Bienestar, quien a su vez se convertirá en el próximo secretario de Salud del estado de Tabasco, en el gobierno de Javier May.

Posdata 2

Casualidad o no, la diputada de Morena, Olga Sánchez Cordero, informó este martes que fue hospitalizada de emergencia, por lo que no asistió a la sede alterna para analizar y sesionar sobre la Reforma Judicial.

Así como la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se ausentó y se tomó unos días de descanso, la ministra en retiro prefirió no estar presente en el ámbito público, pues nunca estuvo de acuerdo con la elección popular de jueces, magistrados y ministros.

En la oposición apuestan a que algo similar suceda con la votación de la Reforma Judicial en el Senado de la República: que uno o dos senadores se ausenten el día de la votación, para que ya no sea solo un legislador el que le falte al oficialismo para pasar la modificación constitucional. Ya lo veremos.

Posdata 3

En julio pasado Caminos y Puentes Federales, a cargo de Elsa Julita Veites Arévalo, otorgó un contrato por 57 millones de pesos para la reparación del puente Xochimilco de la carretera Cuacnopalan-Oaxaca. La beneficiaria es la firma Constructora y Edificadora Bares de la Huasteca SA de CV, vinculada a la próxima presidenta municipal de Tampico, Mónica Villarreal Anaya.

Dicha empresa es propiedad de Carlos Barrera Vargas y su hijo Daniel Barrera Espada; éste último esposo de Ana Beatriz Leal Villarreal, hija de la virtual alcaldesa morenista. Además de ese contrato, la compañía tiene vigente otro contrato con Capufe para hacerse cargo de la modernización del Puente Jalapilla, en la Autopista de Ciudad Mendoza-Córdoba, con lo que suma un negocio por 67 millones de pesos más.

@MarioMal

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