Andrés Manuel López Obrador

lo volvió a hacer. El presidente engañó de nueva cuenta a los empresarios con quienes pactó revisar la reforma al outsourcing. “El acuerdo es que haya un diálogo entre las partes y que se amplíe el plazo de diálogo con el sector obrero y patronal”, dijo el 9 de diciembre en presencia del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar , y de siete integrantes de su gabinete, entre ellos el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde.

Anticipando el nuevo engaño del Presidente, tres organismos adscritos al CCE decidieron no firmar el acuerdo. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) rechazaron lo que entre líneas les estaban pidiendo: incluir de la noche a la mañana a los trabajadores subcontratados en sus nóminas y evitar así la reducción cíclica de los empleos formales que ocurre en diciembre, principalmente en el sector de la construcción, por la suspensión o conclusión de las obras.

Al inicio del año, el director del IMSS, Zoé Robledo , adelantó al Ejecutivo los datos de empleo de diciembre, en los que se habría dado de baja a cerca de 277 mil trabajadores formales. AMLO explotó contra los empresarios. El miércoles dijo en su conferencia matutina que esto fue resultado del outsourcing, por lo que “va en serio” la iniciativa para desaparecer la subcontratación. Agregó que a pesar de que se buscó realizar acuerdos con la iniciativa privada, los empresarios “no reaccionaron”.

Adiós negociaciones.

El manotazo del Presidente reavivará la guerra con los empresarios, quienes se dicen hartos de la intransigencia y cerrazón del inquilino del Palacio Nacional. Ni la nueva secretaria de Economía, Tatiana Clouthier , ni el canciller Marcelo Ebrard , ni nadie del gabinete o del primer círculo del titular del Ejecutivo lograrán frenar su iniciativa que, además de todo, abrirá un nuevo frente (¿otro?) con Estados Unidos y pondrá en riesgo el TMEC.

Tampoco el secretario de Hacienda logrará hacer entrar en razón al Presidente para que se otorguen estímulos económicos a las micro y pequeñas empresas, que son las que principalmente están dando de baja a los empleados y cerrando sus puertas frente a la peor crisis económica de los últimos 70 años.

Ya encarrerado, y en medio de iniciativas sin sentido como la del senador Ricardo Monreal que busca cambiar la Ley del Banco de México, ayer López Obrador dijo que enviará al Congreso de la Unión una propuesta para absorber a los órganos autónomos que le estorban, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales –a través del cual se han obtenido los documentos que exhiben los actos de corrupción del gobierno– y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), encargado de regular a los proveedores de telefonía, internet y a la radiodifusión (radio y televisión), donde trabajan muchos de los periodistas que le incomodan.

Así que, más les vale a los representantes de las organizaciones empresariales estar preparados y elegir con mucho cuidado y de forma estratégica a sus próximos liderazgos, los cuales se renovarán este 2021 (CCE, Canacintra, CNA y ya lo hizo Coparmex), así como a los interlocutores directos con la Presidencia (Consejo Asesor Empresarial), pues de otra forma este año la iniciativa privada (y sus trabajadores) va a salir más vapuleada que en 2019 y 2020.

La otra opción es ponerse a rezar.

Necesaria, la reactivación del crédito

La crisis del Covid-19 generó un desequilibrio en el sector financiero que se reflejó, entre otros indicadores, en una caída abrupta de la cartera vigente, la cual pasó de 8.8% en abril a -4.2% en noviembre de 2020, su mayor contracción desde 2010, de acuerdo con la información del Banco de México.

El rebote de la economía en 2021 y la reapertura de los negocios apunta a mejorar los indicadores de la banca comercial y a que aumente la demanda de créditos, aunque el panorama aún es incierto, según lo que dijeron los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico en las minutas de su más reciente decisión de política monetaria.

Se anticipa que las empresas busquen asesoría para acceder a créditos en buenas condiciones, de manera que puedan aprovechar las ventajas de las reducciones en las tasas de interés.

Una firma que juega en este sector es JAS Financial Solutions, despacho de asesoría en materia financiera que lleva más de 25 años colocando créditos por medio de instituciones bancarias de México y el extranjero, y que también trabaja con los principales fondos de inversión.

Según la firma, enfocada en los sectores inmobiliario, de construcción, manufactura, infraestructura, energía y turismo, las empresas que logren obtener financiamiento en mejores condiciones serán las que podrán sortear de mejor manera la crisis por la que están pasando la mayoría de industrias en el país, derivado, entre otras cosas, de la falta de apoyos gubernamentales.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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