En el 2018, cuando aún era candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador soltó en Acapulco una frase que ya forma parte del imaginario colectivo de las convenciones bancarias: “a ver quién amarra al tigre”, dijo refiriéndose al posible fraude electoral del que tanto se había quejado en el pasado.

El mensaje permeó entre la clase empresarial. Unos días después, en un evento de la CIRT, le subió el tono. “No quieren dejar de robar y no quieren perder el privilegio de mandar. Se sienten los dueños de México… tienen confiscadas a las instituciones y de rehén al gobierno", lanzó contra los empresarios.

Cinco años han pasado de aquellos acalorados momentos en los que López Obrador era el todopoderoso candidato opositor que se convirtió en el omnipotente presidente de México. Ahora, a 18 meses de que entregue la banda presidencial, sabe que el tono de su discurso tiene que cambiar. Hoy los empresarios ya no le temen y saben que no le alcanza el tiempo ni los votos para echarles encima una reforma que vaya en contra de sus intereses.

Quizá por eso ayer el Presidente se presentó ante los banqueros y banqueras con un semblante más bien tranquilo; sin aspavientos les reiteró que no habrá cambios fundamentales para el sector financiero, a pesar de las ganancias de casi 237 mil millones de pesos que tuvieron el año pasado, entre otras cosas por el aumento de las tasas de interés.

Enumeró 10 supuestos logros económicos de los cuales la mitad no se deben a su gobierno ni a sus políticas, como el récord en captación de remesas de casi 60 mil millones de dólares el año pasado, o la apreciación del peso; tampoco se ha reflejado plenamente en la economía la inversión pública en infraestructura ni es un logro que los empleos formales hayan regresado a nivel prepandemia, pues más bien se deberían sumar cerca de medio millón de trabajos por año.

Como la anticipamos ayer, el presidente López Obrador inauguró la 86 Convención Bancaria en Mérida, Yucatán, con un discurso neutral y por momentos triunfalista, en un contexto de crisis bancaria en Estados Unidos.

Los pendientes como la venta de Banamex, la eventual reducción de tasas de interés y el muy posible relevo en la presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (se espera que en próximos días se anuncie la llegada de Lucia Buenrostro en relevo de Jesús de la Fuente ) quedaron para otro momento.

Este jueves, con el calor húmedo de Mérida, el Presidente se suavizó frente a los banqueros; el tigre que se le salió en el 2018 se volvió dócil: se convirtió en tigrillo.

Posdata 1

El exsecretario de la Presidencia del Consejo de la Judicatura Federal, Carlos Alpízar , se acaba de unir al equipo de Adán Augusto López en la Secretaría de Gobernación. Quien fuera mano derecha del expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar, va a tomar varios encargos que tienen que ver con las relaciones institucionales de la Secretaría. Todo con la venia del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Posdata 2

Se supone que hoy la Secretaría de la Defensa Nacional dará a conocer al ganador del concurso LA-007000999-E1040-2022 para la “Adquisición de Sistemas de Rayos X para la Inspección No Intrusiva (SINI) de Vehículos de Carga y Vehículos Ligeros” que ronda los 13 mil millones de pesos.

En la dependencia que encabeza Luis Cresencio Sandoval trascendió que la presión ejercida por la estadounidense Rapiscan Systems, que dirige a nivel mundial Ted Alston , podría inclinar la balanza a su favor, aunque pesa en su historial que en 2021, ya en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador , le quitaron un contrato en las aduanas, además de que uno de sus exdirectivos en México está siendo investigado en Estados Unidos por corrupción.

En el gobierno federal apuestan a inclinarse a la oferta más baja, la cual fue presentada por la firma china Nuctech Company, por 11 mil 747 millones de pesos. Los pronósticos son reservados, pues el embajador Ken Salazar, solicitó no entregar los contratos a la empresa asiática. Sin embargo, el gobierno del presidente López Obrador y la misma Sedena no quieren ceder a la presión del gobierno de Estados Unidos, por lo que podrían inclinarse por la oferta más baja.

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@MarioMal