Para nadie es una novedad la urgencia de atender el cambio climático. La cuestión relevante sigue siendo lograr acuerdos de reducción de emisiones de la quema de carbón, petróleo y gas que están calentando el planeta. De hecho, del 31 de octubre al 12 de noviembre tuvo lugar la conferencia sobre calentamiento global de la ONU en su edición 26, celebrada este año en Escocia. La COP26 mantiene vivo el objetivo del Acuerdo de París de reducir en un 45% las emisiones de carbono (CO2) para limitar el calentamiento global a no más de 1.5 grados centígrados.
Históricamente, los acuerdos internacionales en ésta materia han sido muy complejos y parecen escapar de nuestro margen de acción o decisión como ciudadanos. No obstante, la máxima ambientalista de la Cumbre de Río de 1992 que expresa “piensa globalmente, actúa localmente” cobra hoy más relevancia que nunca. Preguntémonos mejor ¿qué es lo que puede hacer o ha hecho la Ciudad de México en materia de cambio climático?
A finales de octubre de este año el Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA), presentó el informe de avances del Programa Ambiental y de Cambio Climático de la CDMX 2019-2024. Cabe decir que dicho programa, mereció el reconocimiento del C40 –Grupo de Liderazgo de Cambio Climático conformado por Ciudades del Mundo– al contar la CDMX con una Estrategia Local de Acción Climática que cumple con los lineamientos del Acuerdo de París, con metodologías de medición de reducción de emisiones y una meta de mitigación del 10% de las emisiones para el 2024.
El informe de avances presentado por la SEDEMA da cuenta de la reducción de 1 millón 129 mil 805 toneladas anuales de CO2, desde diciembre de 2019 hasta agosto de 2021, equivalente a que 160 mil 546 vehículos dejaran de circular durante un año en la CDMX o a la reforestación de 2 millones 874 mil 801 árboles de pino durante 50 años. Este no es un logro menor, por el contrario, muestra una clara contribución de la Ciudad a la acción climática del mundo y en un breve periodo de tiempo.
El Gobierno de la Ciudad ha logrado dicha reducción de emisiones a través de siete ejes. El primero de ellos es la “Revegetación del campo y la ciudad” con acciones como el rescate de áreas verdes y la plantación de más de 15 millones 800 mil árboles y plantas, que representan una mitigación de 74 mil 249 toneladas anuales de CO2; el segundo es el “Rescate de ríos y cuerpos de agua” como son el Río San Buena Ventura, el Río Eslava o Río Magdalena, así como la limpieza y creación de humedales, que implican la reducción de 2 mil 818 toneladas anuales de CO2.
El tercer eje es el “Manejo sustentable del agua” que permitió la reducción de 154 toneladas anuales de CO2, mediante acciones como la cosecha de agua de lluvia, pero principalmente con la recuperación del 24% de las fugas de agua, ya que reduce el gasto energético de bombear el agua potable. El cuarto eje “Basura Cero”, ha sido uno de los más relevantes pues se mitigaron 403 mil 468 toneladas anuales de CO2, al valorizar y recuperar residuos sólidos, así como aprovechar el biogás que generan.
El quinto eje “Movilidad integrada y sustentable” redujo 59 mil 420 toneladas anuales de CO2 con la renovación de autobuses y transportes eléctricos y la construcción de dos líneas de Cablebús; el sexto eje “Calidad del aire” contiene las más conocidas medidas de control vehicular que mitigaron 556 mil 549 toneladas anuales de CO2 y, finalmente, mediante el séptimo eje “Ciudad solar” se instalaron sistemas fotovoltaicos de producción de energía eléctrica y calentadores solares en edificios públicos y privados, que han permitido mitigar 33 mil 147 toneladas anuales de CO2. Todo esto en 21 meses.
Adicionalmente, en la Ciudad de México entró en vigor el 10 de junio pasado, la nueva Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, que sienta las bases para proteger a los habitantes contra las inundaciones, olas de calor, deslaves y sequías, impulsando medidas como la conservación de los ecosistemas, la revegetación, la creación y conservación de humedales y mejores prácticas agrícolas.
¿No les gustaría ver aplicadas estas políticas en las principales ciudades de México o en todo el país? A mi, sí.
