Hace más de un cuarto de siglo, en 1995, unas 50 mil personas, incluyendo representantes de 193 países, se reunieron en Beijing para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.
La Conferencia de Beijing fue una de un ciclo convocado por Naciones Unidas en la década de los 90, en el que Estados miembros de la ONU se reunieron para abordar los grandes desafíos económicos, sociales y ambientales que enfrentaba el mundo y, en particular, enfocados en las dimensiones, a nivel de derechos, de esos desafíos.
La Conferencia de Beijing de 1998, que se enfocó en los derechos de mujeres, niñas y equidad de género, tuvo lugar después de la Conferencia Internacional Sobre Población y Desarrollo (ICPD, por sus siglas en inglés), que estableció derechos reproductivos, incluyendo el derecho de las mujeres a determinar el número de hijos que tienen, con base en el empoderamiento de las mujeres y en expandir sus opciones.
En los 90, líderes mundiales estuvieron dispuestos a reunirse, convocados por la ONU, para diseñar acuerdos globales sobre los desafíos que enfrentaban las personas... Los derechos de las mujeres y la equidad de género eran uno de los retos globales.
En 1995, ningún país... había alcanzado la equidad entre mujeres y hombres. Veinticinco años después, la situación sigue igual, pero una pandemia amenaza con revertir los frágiles logros...
La Conferencia de Beijing culminó con una audaz Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, acordada por los Estados miembros, con medidas para emprender acciones nacionales e internacionales en 12 áreas de acción críticas. Sin embargo, 25 años después las promesas de Beijing están lejos de ser una realidad, especialmente en el tema de mujeres en el poder y toma de decisiones... En el sector de salud y atención médica, sólo 25% de roles de toma de decisiones son ejercidos por mujeres, a pesar de constituir 70% de la fuerza de trabajo. En todos los sectores, se han puesto serios obstáculos al acceso de las mujeres al poder, y todos perdemos porque el talento, experiencia y perspectivas femeninos están subrepresentados. La pandemia lo ha dejado muy claro.
Este mes tenemos otra oportunidad de estudiar la situación de los derechos de las mujeres y niñas y la equidad de género y de planear las acciones a seguir en el Foro de Igualdad de Género (GEF, por sus siglas en inglés) en París, que junto con el GEF realizado en México en marzo, promete una “aceleración permanente en la equidad, liderazgo y oportunidades para las mujeres y niñas en todo el mundo”.
Miles de defensores... se reúnen, tanto virtualmente como en persona, entre el 30 de junio y el 2 de julio de 2021...
La contribución de las trabajadoras de la salud y la atención médica en la pandemia no se ha traducido en algo equitativo...
La Gender Equal Health and Care Work Force Iniciative (GEHCWI) establece una ruta concreta para poner fin a estas desigualdades, proponiendo acciones... Combinados, estos cambios apuntalarán el “triple dividendo de género”... Las mujeres que se encargan de nuestra salud y atención social merecen un nuevo contrato social con condiciones de trabajo decentes y un rol equitativo en la toma de decisiones...
La pandemia ha empeorado la ya de por sí vulnerable posición de las mujeres... Llamamos a los gobiernos, organizaciones internacionales, ONG y activistas a unirse en la GEHCWI para acelerar el cambio transformacional de género en la fuerza laboral del sector de la salud. Sólo hay un sistema de salud y son las mujeres quienes están en gran medida detrás de él. Por tanto, este tema de la equidad de género es asunto de todos.
María Fernanda Espinosa Garcés es excanciller ecuatoriana, expresidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas y Defensora Internacional para el Desarrollo Sostenible en Women in Global Health // Roopa Dhatt es es Directora Ejecutiva de Women in Global Health