El presidente les dijo “ya chole” a las exigencias de grupos feministas para que Morena retire la candidatura de Félix Salgado Macedonio para la gubernatura de Guerrero. Este personaje político ha sido acusado y tiene denuncias penales, por presuntamente haber cometido delitos sexuales contra al menos tres mujeres.

El presidente también ha minimizado las denuncias por violencia familiar, al declarar que alrededor del 90% de las llamadas al 911 por este tipo de violencia son falsas. Lo que no dice el presidente, es que el 7% de todas las llamadas procedentes al 911 fueron por violencia familiar, registrando más de 689 mil casos durante el 2020.

Lo que tampoco dice el Ejecutivo es que en promedio, el 10% de toda la incidencia delictiva registrada en el país es por casos de violencia familiar. Las carpetas de investigación iniciadas por este delito, aún en pandemia, aumentaron 5% de 2019 a 2020. López Obrador tampoco habla del aumento en las carpetas de investigación por violencia de género, que de 2019 a 2020 aumentaron 27%.

La indiferencia y desprecio del gobierno federal hacia los movimientos feministas también se refleja en sus omisiones para frenar la crisis de homicidios de mujeres y de feminicidios. Este tipo de delitos son la forma más extrema de violencia contra la mujer. En el país, en promedio, 10 mujeres son asesinadas cada día y dentro de estos asesinatos, se registraron 3 feminicidios diariamente durante el año pasado.

Desde Causa en Común llevamos un registro, con base en notas periodísticas locales y nacionales, sobre los hechos más atroces registrados en el país. La violencia sistémica contra las mujeres también se ve reflejada en estos hechos. Durante 2020 registramos, al menos, 911 hechos atroces en contra de mujeres, incluidas niñas y adolescentes. En lo que va de este año hemos registrado, al menos, 184 hechos atroces en contra de mujeres, niñas y adolescentes.

Tan solo el pasado 15 de febrero una mujer fue asesinada a golpes por su hijo en Culiacán Sinaloa, una mujer fue torturada en Jalisco y una ex diputada y su hija fueron asesinadas al interior de su casa en Veracruz, todo esto durante el mismo día. La violencia contra las mujeres está desatada y en vez de disminuir, escala año con año.

Para el presidente es más fácil “hacerse de la vista gorda” que enfrentar la violencia sistémica contra las mujeres. Es más fácil negar la realidad, que enfrentarla con estrategias claras de seguridad y justicia.

Las mujeres en México necesitamos que se protejan nuestros derechos humanos. Que los delitos contra las mujeres no queden en total impunidad. Necesitamos políticas públicas que diagnostiquen, que reconozcan y traten de prevenir la violencia familiar y de género, que parece ser el punto de partida de la violencia que se reproduce a gran escala en el país.

Es necesario garantizar el acceso a la justicia, la reparación y no repetición de los casos de feminicidios. Que las fiscalías agoten todos los actos de investigación antes de echar al olvido los casos de feminicidios y homicidios de mujeres. También, es necesario que las mujeres que denuncien los casos de violencia familiar y de género tengan acceso a las medidas de protección pertinentes, que garanticen su integridad y seguridad.

Además, necesitamos que las y los policías, las y los fiscales, se capaciten sobre perspectivas de género, que sepan cómo tratar los casos de violencia que llegan a sus manos, que sean empáticos con las víctimas. Para frenar la violencia que vivimos las mujeres, es necesario primero aceptarla y partiendo de ahí, desarrollar políticas públicas con perspectiva de género. Esto no se logrará si se sigue dando un trato electoral a las demandas de las mujeres. El país está condenado a seguir sufriendo por sus mujeres mientras desde Palacio Nacional se siga buscando callar las críticas.

Colaboró Monserrat López

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