El presidente AMLO cumplió con su responsabilidad de presentar su 5° informe de gobierno.

Es innegable que su gobierno ha permitido sentar las bases para transitar hacia un cambio de régimen, imponiendo una visión de un gobierno que rompió con el uso del aparato estatal para beneficio de unos cuantos.

El énfasis de su política social de otorgar ayudas y becas, para la población más vulnerable, combinado con el aumento al salario mínimo, ha contribuido a la contención de la pobreza.

Sin embargo, hay problemas nodales para el país, en los que poco o nada se ha avanzado para cumplir con los compromisos presidenciales anunciados desde su toma de posesión.

La educación es uno de ellos; se reconoce como derecho social y fundamental para el desarrollo del país, pero en las acciones instrumentadas en el sector se muestra que no es una prioridad: Al inicio el gobierno entregó la conducción de la SEP al grupo del empresario Salinas Pliego, colocando a Esteban Moctezuma Barragán al frente. Finalmente se nombró a la maestra Leticia Ramírez.

Los compromisos no se han cumplido o sólo parcialmente: 1) En relación a la abrogación de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto; se reformó la Ley, pero sólo para quitar lo punitivo de la evaluación para el despido de maestros, se mantuvo un dispositivo académico-administrativo para concentrar el control de la educación bajo parámetros totalmente neoliberales. 2) La reinstalación de los maestros despedidos no se realizó, se recontrató a una parte, pero sin reconocer sus derechos adquiridos; en cuanto a la basificación, en el informe el presidente registra 907 mil trabajadores de la educación basificados, cifra que no es real. Revisando el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, en el analítico de plazas de la Secretaría de Educación, son sólo 199 mil 788 plazas basificadas, ya incluyendo las de las instituciones de educación superior.

En el informe se destaca el crecimiento de las Universidades del Bienestar Benito Juárez; de 100, pasaron a 200; atendidas por 393 docentes, pero eso significa sólo 1.9 profesores por plantel.

El presidente refiere también, la instauración de un modelo científico y humanista, llamado, de la Nueva Escuela Mexicana, (NEM) acompañada de la elaboración de nuevos libros de texto gratuitos para primaria y secundaria, éste, es el hecho más relevante del sexenio en el sector. Y se ha convertido en el elemento que muestra de manera nítida la verdadera disputa por la conducción de la educación y la importancia, que, para la oligarquía nacional, tiene su control.

El ataque a los libros de texto gratuitos y a la NEM que hemos observado, se explica, porque en la cotidianidad la clase en el poder y las clases subalternas, se disputan no sólo los usos sociales del conocimiento, la amplitud de la matrícula y los recursos económicos, sino la influencia que puede ejercer una clase o fracción de clase sobre la ideología, al tener el control de la conducción de la educación. Para evitar un sexenio de turbulencia educativa, en el próximo gobierno urge un debate nacional sobre la educación que necesitamos para lograr la soberanía y el desarrollo para el bienestar del pueblo, esto es, organizar un gran Congreso Nacional Educativo.

Los libros de texto gratuitos son una conquista histórica, desde la academia y como docentes-investigadores, la defendemos.

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