La captura del Tribunal Electoral por parte del gobierno y la politización partidista de la Suprema Corte en una misma semana son dos temas que deberían tomarse seriamente y no sólo para ser analizados, sino para reaccionar fuerte y claro frente a la gran decisión electoral que enfrentaremos el próximo año.
Luis Carlos Ugalde señaló claramente los tres puntos clave de la semana: 1. La captura de la Suprema Corte de Justicia. 2. La crisis en el Tribunal Electoral que terminó en el reemplazo de quien ejerce la presidencia y que recae en quien nunca ha mostrado independencia al Poder Ejecutivo y, por último, la crisis del propio Instituto Nacional Electoral, que no encuentra gobernabilidad alguna.
Ana Laura Magaloni expresó su preocupación: “Lo que sucedió esta semana es mucho más delicado de lo que hemos visto antes. La captura política del Tribunal Electoral y de la Suprema Corte debilita los presupuestos fundacionales de una democracia.” (Lástima que Magaloni no se haya referido a su video de apoyo para Claudia Sheinbaum, que es garantía de la continuidad o el que hizo en favor de Ernestina Godoy, cuyo nombramiento tiene en crisis innecesaria a la Asamblea Legislativa, a la fiscalía y a la justicia de la Ciudad de México).
En cuanto a la Corte, el presidente eligió al perfil “más radical y militante” como lo dijo la misma licenciada. Fueron superiores las comparecencias de Bertha Alcalde, pero el Presidente prefirió dividir incluso a los suyos e imponer a quien no tiene ojos ni oídos para ver y escuchar a quienes no piensan como ella. No hay nada qué hacer. Lo curioso es que la opinión pública culpe ahora a la oposición en el Senado, que son minoría, y no al Presidente de la República que es el verdadero responsable al hacer las ternas y elegir al perfil más radical.
Hace tiempo que conozco a quienes integran el tribunal electoral, el mismo tribunal que negó el registro como partido político a México Libre y concedió los registros a los partidos afines a López Obrador. Quienes integraban al tribunal electoral tenían antes un poco más de fortaleza, ahora es el miedo su motor principal, nada han hecho sin la autorización de quienes juegan con nuestro país. La crisis de este tribunal viene de tiempo atrás y es provocada por quienes han sustituido la justicia por la sumisión.
Lo que nos sucedió a quienes integramos el proyecto de México Libre, con el silencio de la oposición y de la sociedad civil, fue la premonición clara de lo que vendría después. El presidente López Obrador, con un claro fin corruptor, envió un video a las redes para que se le negara el registro a la única organización que había cumplido los difíciles requisitos que se necesitan para formar un partido político. Los tres magistrados que hoy hacen una barata mayoría temblaron. Se les convencía una y otra vez, pero volvieron a temblar, entraron en pánico y traicionaron al Derecho, al sentido de justicia y a la propia historia democrática. Ahí los tenemos en una crisis que mucho les ha denigrado y debilitado. Ellos pierden como individuos, pero el que más ha perdido es México.
Ahí tenemos a los tres, sin sorpresas, víctimas del acoso y la amenaza. Será difícil pensar que tenemos tribunal cuando los tiempos obligan a la valentía y a la dignidad y, en consecuencia, más necesitamos de un tribunal independiente. En aquellos tiempos había obscuridad, esta vez con lo sucedido en el Tribunal equivale más bien a un apagón. ¿Se imaginan una elección sin Tribunal Electoral? Imaginémoslo de una vez, porque sólo un milagro ciudadano que se traduzca en voto masivo para la oposición nos permitirá salir de esta pesadilla antidemocrática. Pero este milagro ciudadano requiere de una fuerza democrática bien ejercitada; por eso sirven las marchas, las plazas llenas, el registro masivo de observadores electorales, representantes de casilla y la propia precandidata Xóchitl que devuelve la esperanza a los ciudadanos.
El milagro será ciudadano porque somos millones los que estamos dispuestos a cambiar, y advierto que será fuerte y emocionante. Vienen días que nos permiten mirar al cielo: no tengamos miedo a recuperar la fuerza espiritual para fortalecernos y enfrentar estos “tiempos recios”, para detener el paso de la dictadura y enfrentar con fuerza y corazón el camino de retorno a la democracia.
Diputada federal. @Mzavalagc