Hemos ya llegado al final de una campaña. Una campaña contra la dictadura y a favor de la democracia en la que hemos sembrado en el corazón de los mexicanos semillas de esperanza y libertad, con una buena dosis de valentía. Enfrentar a un gobierno claramente autoritario no es fácil, sabemos además que vendrá una semana de ataques y de mentiras dirigidas o autorizadas desde el poder. Muchos ciudadanos tendrán que enfrentarse a la boleta y deshacerse de la presión que existe contra la libertad, particularmente los que reciben “algo” del gobierno.
Las campañas cierran después de un esfuerzo en equipo. Por eso, agradezco a mi familia la comprensión y el haberme acompañado en estos días y a quienes pertenecen a México Libre y todavía sacaron fuerzas para trabajar por el país ante el llamado de la historia incluyo a Verónica Rubín que es parte de la fórmula que encabezo. También agradezco al PAN y a la Alianza Va x México que me ofreció la candidatura que fue sobre todo una oportunidad para mí. Con gratitud para los equipos y los candidatos a alcalde y a diputadas Locales.
Juntos saludamos a miles de ciudadanos y tuvimos encuentros con innumerables familias; tocamos y compartimos el dolor que se vive, pero también pudimos sentir la esperanza que les dejaba nuestro mensaje. Llevamos dos años en los que los mexicanos han perdido a un ser querido, han sido víctimas del desempleo, de cierres de negocio, han casi vuelto cotidiana la frustración de no encontrar medicinas, la angustia del futuro incierto.
No ha sido fácil, el régimen dictatorial se extiende. Hay quienes han optado por dejarse engañar. En ocasiones es más fácil ser víctimas del engaño, a sabiendas de que éste existe. Negar una realidad terrible porque es más cómodo esconderse detrás de un discurso que miente y somete. Para ellos también hemos hecho esta campaña, porque de lo que se trata es de rescatar a México.
Tenemos que rescatar la historia de México. Soy parte de la generación que puso en marcha la transición democrática, aquélla que hoy el gobierno se empeña en borrar de los libros de Historia. La historia de nuestros padres y de nuestros abuelos que dieron la batalla para que existiera la democracia, la misma democracia que permitió que ganaran los que hoy detentan el poder y que, paradójicamente, ahora quieren destruir.
Hemos logrado, con la campaña, que se tenga una mayor conciencia acerca del dolor que se pudo haber evitado. Podemos pensar que, si la Cámara de Diputados hubiera estado compuesta por una mayoría de oposición, el presupuesto de todos los mexicanos se hubiera destinado de otra manera, y algunas leyes no se habrían aprobado o por lo menos se hubieran dialogado y no impuesto.
Las elecciones del 6 de junio deben tener como objetivo que la oposición obtenga la mayoría absoluta, lo que nos permitirá contrarrestar la única voz que se oye en esta omnipotente mayoría, la única voz que se impone y que hace que todo el aparato de poder calle y obedezca mientras nos ponen a todos los mexicanos en una fila interminable de sacrificables al borde del precipicio.
Y no es exagerado decir que la disyuntiva es entre dictadura o democracia. Porque tenemos un gobierno de una sola voz, que condena, que culpa, que persigue, que no acepta su responsabilidad.
La democracia está en riesgo, porque se pretende a callar quienes no pensamos igual y que también somos pueblo.
Por eso seremos la voz de las familias, la voz de los niños con cáncer que no tienen medicina, la voz del personal de salud que habla de la falta de apoyo y del déficit hospitalario y de personal. Seremos la voz de los jóvenes que reclaman una economía sustentable, la voz de quienes luchan por la justicia en la libertad; seremos la voz de las mujeres violentadas, la de los papás que ven con preocupación la escuela de sus hijos sin infraestructura física ni tecnológica; seremos la voz de las personas con discapacidad.
Estamos a tiempo. Vamos a votar y hay que hacerlo con alegría porque no es poca cosa devolverle a un pueblo la esperanza y la libertad, porque no es cualquier cosa devolverle a México el amor y la alegría.
Este 6 de junio nuestro país necesita de cada uno de nosotros. Votemos con alegría, con valentía, con decisión. Pongamos todas nuestras esperanzas y todo nuestro amor a la patria en esta tarea de salvar a México.
Abogada.