En lugar de detonar un proceso amplio de reforma policial en estados y municipios de nuestro país, el gobierno de Morena ha preferido “chacotear” con los delincuentes a través de frases como “los voy a acusar con sus papás y sus abuelos” y burlarse de esa manera de las víctimas, sin asumir responsabilidad política alguna. Un ejemplo de esta ruin actitud es el comportamiento que tuvieron con los funcionarios públicos secuestrados en Chiapas y frente al asesinato de Hipólito Mora.
En lugar de retomar el proceso de construcción y consolidación de la Policía Federal y tener, para estas alturas del sexenio, unos 75 mil elementos; Morena prefirió desmantelar la Secretaría de Seguridad, destruir la policía y fusionar ésta —de mala manera— con la Guardia Nacional.
En lugar de generar una política de seguridad para las familias mexicanas, el gobierno actual se llenó la boca con la ocurrencia del sexenio resumida en “abrazos y no balazos”. Lo anterior a expensas de un Ejército al que todos los días distraen y maltratan y a costa de la vida de las y los mexicanos. Si quieren un ejemplo con datos oficiales: junio ha sido el mes más violento del 2023 con 2 mil 303 homicidios violentos.
En lugar de ser implacable contra la corrupción y generar un verdadero compromiso con la claridad y fortalecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y protección de datos (Inai), el gobierno de Morena oculta los datos y defiende a los corruptos. Como ejemplo está la declaración del jueves pasado en la que la Secretaría de la Función Pública del actual gobierno, frente al propio Presidente, declaró que no es cierto que el fraude en Segalmex fuera de 15 mil millones de pesos, sino que fueron sólo 9 mil quinientos millones de pesos. ¡Increíble!
En lugar de reconocer que la refinería de Dos Bocas debió confiarse a particulares, López Obrador y quienes conforman el Ejecutivo se han obstinado en esta obra improductiva y carísima. Ya vamos en un gasto de más de 18 mil millones de dólares. El colmo del engaño radica en que han mandado pipas de gasolina para que la gente crea que sí se está refinando.
En lugar de fortalecer el sistema de salud, elevar la calidad y el presupuesto para un rubro tan importante; el gobierno anuló 65 normas oficiales mexicanas que le obligaban a prestar un servicio eficiente y de calidad para todos los mexicanos. En el mismo rubro, en lugar de consolidar el Seguro Popular para ser un instrumento eficaz de prestación de los servicios de salud a los mexicanos, lo eliminó y tenemos como resultado que la población que no tiene seguridad social creció del 15 al 28% en estos últimos tres años.
En lugar de mirar hacia el fortalecimiento de tribunales locales para una justicia diaria que sea expedita y eficaz; este gobierno de Morena se declara en contra de los jueces y a favor de los actos ilegales.
En lugar de rendir cuentas y de ser un gobierno que genere políticas públicas; Morena trabaja constantemente con un discurso de odio que violenta, atrapa, excluye y condena al pueblo de México. Como muestra no sólo están las expresiones diarias del Presidente sino también el discurso del Zócalo que dijeron que era para “celebrar”, pero no fue así y en lugar de eso lo que hicieron fue atacar y denostar a la oposición.
En lugar de decir la verdad, este gobierno de Morena miente y miente con todos los dientes.
Por eso tenemos menos de un año para liberar a nuestro pueblo. Así que, en lugar de ver pasivamente cómo se deteriora la vida democrática de nuestro país, debemos actuar todos y cada uno de nosotros.