Todos aprendimos, de manera elemental, lo que significa la división de poderes en México: “el Congreso de la Unión hace leyes, el Poder Ejecutivo las aplica y el Judicial es el encargado de juzgar cuando éstas no se cumplen”. Esto es lo más básico y esencial de la división de poderes y es precisamente en eso en donde estamos a punto de que ésta ya no funcione.

La definición que cito parece muy simple pero, si nos damos cuenta, esa elemental descripción de la función de los Poderes de la Unión inicia con el Congreso, no con el poder Ejecutivo. Y es que la función de éste consiste en mucho más que aprobar leyes.

El Congreso es una asamblea deliberativa por lo que está obligada a dialogar, a discutir y a debatir. Sí, nuestra democracia es deliberativa. El artículo 72 de la Constitución establece el proceso legislativo que parte de la necesaria discusión de las iniciativas de ley y, por buenas que parezcan, cada iniciativa debe ser discutida. Es decir, cada decreto del Congreso debe ser debatido, de lo contrario, es inconstitucional.

El debate y el diálogo en el congreso es parte esencial y estructural del Poder Legislativo. Es más, es la condición misma de su existencia: si no hay deliberación no hay Congreso, no hay Poder Legislativo y, en consecuencia, no hay división de poderes. Ese auténtico debate lo da la pluralidad. Por eso la oposición, en una democracia, no son los perdedores sino los que piensan distinto a la mayoría.

Lo que el actual gobierno pretende hacer es convertir un 54% de los votos obtenidos el día de la elección en un 75% de representantes, para tener este último porcentaje en la Cámara de Diputados, lo que anularía la necesidad del diálogo y, con ello, la posibilidad de iniciar una acción de inconstitucionalidad cuando el Poder Ejecutivo —o quien mande— proponga y logre promulgar una ley sin que ésta sea siquiera revisada por el Congreso. Respetar la pluralidad que fue expresada por la voluntad popular el pasado 2 de junio es un requisito que predispone la intención del diálogo y del debate del Estado Mexicano. De ese tamaño es la decisión que tendrá que tomar el Instituto Nacional Electoral (no la Secretaría de Gobernación) y el Tribunal Electoral.

Estos tres años en los que fui diputada fueron difíciles porque a la mayoría que encabeza Morena no le gusta dialogar. Debería hacerlo si tuviera un mínimo sentido tanto democrático como colectivo. Supongo que un escenario parecido nos espera el próximo mes de octubre y máxime si le conceden a la coalición encabezada por Morena un porcentaje que no ganaron en las elecciones del dos de junio.

No tienen razón de ser la sobrerrepresentación aludida, no tiene sentido, la Constitución debe interpretarse de manera integral. No importa cuáles fueron los elementos que se discutieron al implementar esa reforma constitucional. Lo importante es que, en ese momento, nuestra Constitución previó la pluralidad y el entonces partido mayoritario exigió una sobrerrepresentación a lo que la oposición puso un límite del 8%. Así es que no inventen otras historias, el 8% es un límite que asegura la pluralidad y no es un derecho de la mayoría que hoy quiere ser omnipotente.

El día de ayer fuimos convocados y asistimos miles de ciudadanos y ciudadanas a expresar nuestra preocupación: queremos y exigimos que el INE tenga el valor de darle a México el mensaje que el Estado Mexicano debe darle a todos los poderes: el Estado de Derecho tiene adjetivos: es constitucional, es decir, debe respetar y promover la división de poderes y el quehacer democrático que implica, entre otras cosas, el diálogo y la pluralidad.

No sea que acabemos enseñando a nuestros hijos la división de poderes de la siguiente manera: “el Congreso hace lo que le diga el Ejecutivo, el judicial no juzga sino se pierde entre politiquerías, grupos y presiones del presidente y, así, el Ejecutivo hace lo que quiere, si es que su titular manda.

INFORME:  Tanto los diputados como los senadores estamos obligados a informar. Está previsto en la ley y, aunque no lo estuviera, es parte esencial de la representación que nos es encomendada. Yo informo a los ciudadanos de mi distrito no sólo porque la ley me obliga, sino porque aprendí de los escritos de don Adolfo Christlieb Ibarrola, que todos los servidores públicos debemos informar a la ciudadanía.

El jueves 15 de agosto a las 18:30 horas presentaré mi informe en el auditorio de la Beneficencia Española (Hospital Español que se encuentra en Ejército Nacional). Está invitado todo aquél que quiera venir a escucharme. El informe será publicado en la Gaceta Parlamentaria como lo hacemos todos los congresistas.

Diputada federal. @Mzavalagc

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.