Recuerdo que, ya muy entrada la noche del día de las elecciones —el pasado 2 de junio—estaba con mi equipo de campaña recuperando actas de escrutinio y cómputo del distrito X federal (en el que, dicho sea de paso, ganamos con contundencia) y apareció finalmente la presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei. Hizo público el conteo rápido, pero además anunció indebidamente una “proyección” del número de diputados federales que corresponderían a cada uno de los partidos políticos. Este momento fue recordado después por el analista Jorge Alcocer como una proyección precipitada.

Al anuncio de la mencionada “proyección”, de la consejera presidenta del INE, le siguió otro de la secretaria de Gobernación. Hace una semana, el Presidente de la República reclamó que desde la oposición nos oponemos a esa ilegal integración de la Cámara de Diputados. Días después, otra vez, la secretaria de Gobernación, habiendo ya anunciado que será la próxima presidenta de Morena, volvió a explicar una “proyección” en la que hay una sobrerrepresentación de la alianza encabezada por su partido que, aunque obtuvo el 54% de los votos, terminaría por tener 75% de la mencionada cámara. Es el colmo de la presión por parte del Poder Ejecutivo.

Aquí les dejo una recopilación de algunas razones que varios expertos en materia electoral han expresado y que puede servir de criterio para una verdadera integración de la Cámara de Diputados:

1. El 8% que establece la ley como máximo de diputados de sobrerrepresentación para la coalición ganadora es un tope, no un derecho.

2. El 8% es un límite que está pensado para fomentar la presencia de pluralidad en el Congreso, no un regalo.

3. El 8% es una restricción que garantiza la democracia, no una cucharada para anularla.

4. El 54% de una votación no alcanza para que la fuerza política que lo obtuvo forme una mayoría calificada.

5. La coalición encabezada por Morena ganó el 54% de la votación, no el 66% y mucho menos el 75%.

6. Cuando la Constitución dice “en ningún caso” significa: “en ningún caso”.

7. Aprobar la sobrerrepresentación es desconocer la voluntad popular.

8. Aprobar la sobrerrepresentación es desconocer la Constitución y las leyes que de ella emanan.

9. Aprobar la sobrerrepresentación es desconocer la historia de nuestro país. En especial el largo recorrido que nos llevó la Transición Democrática que permitió la alternancia en el poder.

10. Si hay sobrerrepresentación, entonces, hay subrepresentación. Es un ejercicio de lógica elemental y, ésta, la subrepresentación, es muy peligrosa.

11. Si hay sobrerrepresentación, hay injusticia.

12. Si hay sobrerrepresentación, hay fraude. Un fraude que se vuelve continuado.

13. Votar a favor de la sobrerrepresentación es votar en contra de la democracia.

14. El principio es que las cámaras expresen la voluntad popular, no la voluntad de una persona o de unos pocos en el poder.

15. La autoridad electoral es el Instituto Nacional Electoral, no la Secretaría de Gobernación.

16. Por encima de la Constitución no puede ni debe estar la voluntad del Presidente ni de ninguna autoridad.

17. Un Convenio, del partido que sea, no puede ni debe pactarse en claro agravio de dispositivos constitucionales.

18.  El principio de representación proporcional es un principio, no una sugerencia.

19. Hay resolución de la Corte en el que explica claramente el principio de representación proporcional como garante del pluralismo político y que debe evitarse la sobrerrepresentación en los órganos legislativos.

20. En México los ciudadanos conseguimos la pluralidad en el Congreso, no nos la quiten.

Diputada federal. @Mzavalagc

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.