Uno de los juristas contemporáneos más conocido y reconocido en el mundo del Derecho , es sin lugar a dudas el maestro Héctor Fix Zamudio . El maestro de numerosas generaciones que tuvieron el privilegio de abrevar en su aula, de su gran sabiduría, de su extraordinaria experiencia, de su sencilla y grata compañía. El autor que a través de sus libros traspasó las fronteras de nuestro país en la formación de una lista interminable de juristas. El investigador de incansable visión, siempre a la vanguardia en la consolidación y evolución de los sistemas jurídicos.

En los albores de su carrera, siendo todavía un joven abogado, recién egresado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia y motivado por su predilección hacia el Derecho de Amparo, se tituló con honores con la tesis “La garantía jurisdiccional de la Constitución Mexicana. Ensayo de una estructura procesal del juicio de amparo”.

Su pasión por este maravilloso procedimiento de regularidad constitucional, lo condujo en 1945 a laborar en el Poder Judicial Federal como actuario proyectista de un juzgado de Distrito, Secretario Proyectista de éste, de un Tribunal Colegiado de Circuito y más tarde de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esta brillante carrera jurisdiccional que sin lugar a dudas habría culminado como ministro del Máximo Tribunal del país se vio interrumpida, cuando el maestro Fix, tomó la decisión de renunciar para dedicarse a la labor cuya vocación le demandaba la ocupación de su tiempo completo: la Academia y la investigación.

Esta vocación lo convirtió en el jurista clásico contemporáneo cuya obra no se quedó en su invaluable obra escrita y en la amenidad de su cátedra, sino que trascendió fronteras como fuente de inspiración de trascendentes cambios legislativos, institucionales y jurisprudenciales, así como en la formación de una escuela de juristas de Iberoamérica.

Que yo tenga noticia, es la única persona a la que le ofrecieron proponerlo para ocupar un sitial en la Suprema Corte de nuestro país y no aceptó, convencido de que el sendero elegido era el que más satisfacía su intelecto, lo cual demostró que esa persona de gran calidez humana, también lo era de férreas convicciones.

A través de su prolífica obra escrita, más de 20 libros, cerca de 500 publicaciones, producto de una pluma de la que brotaba sabiduría, experiencia y creatividad, bajo el estudio y la investigación del Derecho Constitucional, del Derecho procesal y los derechos humanos, se constituyó en el padre del Derecho Procesal Constitucional, en el puente entre el entendimiento de su aplicación en el pasado, la comprensión del presente y la pretendida transformación hacia un horizonte promisorio y eficaz.

El maestro Fix, fue galardonado dentro y fuera de nuestro país, con los más altos honores: miembro de número de prestigiadas asociaciones como el Colegio nacional y múltiples asociaciones jurídicas; doctorado honoris causa de más de 10 reconocidas casas de estudios, nacionales y extrajeras; Maestro Emérito de la UNAM; Medalla Belisario Domínguez; Premio Nacional de Jurisprudencia, Premio de la Investigación Científica; Premio UNESCO a la docencia e investigación y muchos otros más.

Fue Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la presidió durante dos períodos consecutivos.

El pensamiento jurídico del maestro Héctor Fix Zamudio seguirá presente, como su deseo de “enseñar a investigar y a pensar, para que investigando y pensando, la esencia de la investigación y la cristalización de las ideas no se petrifiquen en el olvido, sino que florezcan en la práctica”.

Como dijo Alfonso Reyes, el Maestro Fix, como el viajero de los Cárpatos, va dormido sobre su bridón. La gratitud de sus discípulos lo acompaña.

Ministra en Retiro de la SCJN. min.mblr@gmail.com
@margaritablunar

Google News

TEMAS RELACIONADOS