Teniendo en cuenta lo fluida y cambiante que se ha vuelto la situación en Ucrania , la posibilidad de que se materialice el peor de los escenarios, o algo parecido, sigue estando en el marco de la realidad y de lo posible. El análisis predictivo es cada vez más imprevisible y desalentador.
Si prevalecen las cabezas más frías, la situación puede contenerse y gestionarse dentro de las fronteras geográficas de Ucrania. Sin embargo, en la actualidad parece que esas mentes escasean, sobre todo entre los responsables de impulsar los acontecimientos sobre el terreno en Ucrania.
No se puede descartar la posibilidad de que la situación se extienda a las fronteras de la Unión Europea, a las zonas cercanas y potencialmente más allá, provocando un conflicto más amplio.
El tiempo es esencial y la necesidad exige que el mundo occidental, y todas las sociedades libres del mundo, estén preparadas para cualquier contingencia.
Con la seguridad y la estabilidad mundiales en el filo de la navaja, el simple cliché de “esperar lo mejor y prepararse para lo peor” subestima enormemente la gravedad de lo que está en juego.
En las circunstancias actuales, sigue siendo indispensable un liderazgo activo y responsable. A estas alturas, todavía es discutible que exista un nivel suficiente.
Las crisis suelen sacar lo mejor o lo peor de las cualidades de los líderes y las personas que pueden desafiar las expectativas existentes.
Es posible que los próximos días y semanas provoquen una mayor incertidumbre, pero no cabe duda de que la relativa paz y prosperidad de las últimas décadas ha terminado.
Ahora se puede decir que el mundo se encuentra oficialmente en la insegura Era de la Competencia de las Grandes Potencias, con todos los riesgos que ello conlleva.
Aunque pueden establecerse paralelismos con épocas históricas anteriores, la conclusión es que estamos entrando en un territorio inexplorado, e incluso más peligroso, sobre todo si se tiene en cuenta la rápida evolución de las innovaciones tecnológicas y sus aplicaciones a la guerra contemporánea.
