Desde que se vio una disminución en el número de contagios y se inició con la vacunación en México, la gente y las autoridades comenzaron a relajar las medidas de prevención. Desde hace semanas es frecuente ver bares, restaurantes y centros comerciales abarrotados de gente, a pesar de que apenas un 12%, aproximadamente, de la población cuenta con esquema completo de vacunación contra Covid-19.
Las medidas de prevención no deberían relajarse hasta estar seguros de que la pandemia está controlada y, para ello, aún falta mucho. Se debe tomar en cuenta que las vacunas evitan, principalmente, que enfermemos de gravedad o la muerte por Covid-19, pero la eficacia en general es menor para prevenir contagios. Hace unos días se reportó, por ejemplo, que la vacuna de Pfizer disminuye de manera importante tanto el riesgo de contagios como de transmisión, pero también, que el relajamiento de las medidas de prevención entre la población que ya está vacunada podría ayudar a incrementar los casos de contagios entre la población.
En pocas palabras, las vacunas no son la única solución, la pandemia no ha terminado y no se puede vislumbrar cuándo, sobre todo, sino se toman las medidas de prevención adecuadas. Por lo tanto, necesitamos aprender a vivir con el virus.
Recientemente tuvimos elecciones y habrá cambio de gobernantes en diferentes entidades. En la CDMX, por ejemplo, la ciudad será gobernada por diferentes partidos. Esto, no solo, podría representar una diferencia en el modo de gobernar, sino también en el manejo de la pandemia. Aunque desde la Secretaría de Salud se hacen las recomendaciones de prevención, eso no impide que los nuevos alcaldes puedan adoptar y complementar estas recomendaciones. De hecho, deberían tener la obligación, moral y política, de establecer nuevas medidas que ayuden a proteger a los ciudadanos y a vigilar que todas las recomendaciones se cumplan.
Enfrentar la pandemia podría sonar como una tarea imposible y una primera pregunta es: ¿Qué hacer que el gobierno federal no haya intentado ya, para frenar contagios, muertes y todos los efectos económicos y sociales que ha dejado el coronavirus por su paso en México? Un primer paso es que los gobernantes electos se rodearan de expertos en salud pública y otras disciplinas que les ayuden a informarse sobre las vías de transmisión y las medidas de prevención que tendrían que implementarse. ¡Sin ciencia son ocurrencias!
Por ejemplo, hace unas semanas tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han reconocido que los contagios de Covid-19 se dan por aire en interiores mal ventilados y, además, la CDC comunicó que los contagios por contacto con superficies no son de preocupación como se creía al principio de la pandemia, pues estos, solo explicarían menos de 1 caso por cada 10,000 reportados.
Ambas noticias, tendrían que dar un giro importante en las medidas de prevención, es decir, se tiene que dejar de pensar que desinfectar es una medida necesaria y sería mejor poner atención en mejorar la ventilación, hacer uso de purificadores de aire y del uso correcto del cubrebocas, pero hasta la fecha no hemos visto un cambio en la estrategia en México y tampoco ha habido algún comunicado al respecto.
Entonces, ¿qué podrían hacer los nuevos gobernantes?
Primero, deben tener claro que no podrán salir de la crisis económica en la que nos encontramos, producto de la pandemia y de la mala implementación de medidas de prevención. Segundo, deben tener el compromiso de proteger a toda la población, pero poniendo más empeño en proteger a los trabajadores esenciales y a los que menos tienen.
Este virus, se considera un virus clasista y racista, por afectar más, a los que no se pueden quedar en casa y que tienen que salir a trabajar, a los de menos estudios o que no cuentan con un medio de transporte privado, por ejemplo. Otra realidad, es que la enfermedad puede afectar más la salud de los hombres, pero las mujeres han sido más afectadas en temas como el desempleo y son las que principalmente apoyan y pasan más tiempo con los niños al no ir a la escuela; sin contar que, generalmente, son las primeras en estar al cuidado de los enfermos y de los adultos mayores. Tampoco pueden seguir olvidando a los niños, las afectaciones en salud mental y en su desarrollo personal y académico han sido graves y no deberían pasar otro año sin ir a la escuela.
Requieren también de desarrollar una guía de salud pública clara y basada en los conocimientos científicos más actuales y no dejar nada a la obviedad. Por ejemplo, esta enfermedad se contagia por aire y el cubrebocas tendría que haber sido una de las principales herramientas desde el inicio de la pandemia. No solo pueden decir “usa el cubrebocas”, tienen que explicar por qué se debe usar y cómo se debería de usar, además de dar un mensaje fuerte y coherente a la ciudadanía, desde los políticos de más alto nivel, usando el cubrebocas correctamente y en todo momento.
Dado que los contagios se dan principalmente por aire en interiores mal ventilados, tendrán que poner toda su atención en esta vía e implementar medidas como: a) mejorar la ventilación (usar medidores de CO2 como indicadores de la calidad de la ventilación), b) uso de purificadores de aire con filtro HEPA o MERV13, c) hacer obligatorio el uso correcto del cubrebocas, además de procurar proveer de cubrebocas certificados a la población y d) hacer rastreo de contagios. Estas medidas han sido propuestas por varios especialistas y científicos desde el año pasado y es algo que los nuevos gobernantes podrían implementar dado que han pasado casi desapercibidas o ignoradas por las autoridades.
Una ventaja que tendrán los nuevos gobernantes es que muchos de los adultos mayores ya han sido vacunados y cuentan con un grado de protección. Sin embargo, se tiene que continuar con campañas informativas para que tanto adultos mayores como otras personas ya vacunadas se sigan cuidando. Esta ventaja les permitirá poner más atención en las poblaciones más jóvenes que aún no han sido vacunadas.
De manera general, algunas medidas adicionales que se podrían implementar son:
1.- Se debe hacer obligatorio el uso correcto de cubrebocas en el transporte público y exigir que todo tipo de transporte mantenga las ventanas abiertas en todo momento . Además, se debe hacer la invitación a permanecer el mayor tiempo posible en silencio y evitar consumir alimentos o bebidas durante el viaje. Estas medidas, simples y gratuitas, pueden evitar cientos de contagios, hay que recordar que todo medio de transporte es un interior con alta probabilidad de acumular aerosoles con virus sino se ventila adecuadamente y que millones de personas se mueven diariamente en transporte público.
2.- Hacer un plan, para ayudar a que las e scuelas y estancias infantiles mejoren la ventilación, usen purificadores de aire y mejoren sus medidas de prevención, para poder operar de manera más segura y permanente. Hacer esto, quizás, sería el paso más importante para que los padres y madres puedan volver a sus lugares de trabajo.
4.- Garantizar que los trabajadores cuenten con las medidas necesarias en sus lugares de trabajo, para disminuir el riesgo de contagio y que se lleven a cabo programas de capacitación para evitar los contagios por aire.
5.- Crear un programa de “certificación de establecimientos seguros” con el fin de estimular a las empresas, para que cumplan con las normas de seguridad y garantizar que han hecho todo lo posible para minimizar el riesgo de exposición tanto en sus trabajadores como en los clientes. Otorgar esta certificación y colocarla en un lugar visible podría servir para brindar seguridad a los clientes e incentivar la economía de esos establecimientos.
Por otro lado, tienen que tomar en cuenta que también tendrán que romper con varios mitos y medidas que se han vuelto costumbre entre la gente, como el desinfectar superficies, empaques y paquetería, ya que lavarse las manos constantemente con agua y jabón es suficiente. También podrían aprovechar la oportunidad, para terminar con el mito de que los tapetes sanitizantes o rociar a la gente con químicos sirve para prevenir contagios. Los contagios por contacto no son un problema y la desinfección lejos de ayudar a proteger la salud puede provocar problemas de salud al incrementar la resistencia a antibióticos.
Sin duda, hay muchas cosas por hacer y atender. Los nuevos gobernantes tienen una tarea enorme y no será fácil, pero lo primero es contar con información que permita tomar buenas decisiones. Les deseo todo el éxito y que los ciudadanos sean los más beneficiados.
“Elegimos la esperanza sobre el miedo. Vemos el futuro no como algo fuera de control, sino como algo que podemos moldear para mejorar mediante un esfuerzo concertado y colectivo”
Barack Obama
Postdoctor en Salud Ambiental por la Universidad de Harvard
msanchezguerra@alumni.harvard.edu
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