La Universidad Nacional Autónoma de México, según datos de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, cuenta actualmente con más de 360 mil alumnos matriculados. Estos datos demuestran la relevancia y trascendencia que tiene la UNAM como principal proyecto social, académico, cultural y humano en nuestro país, por el cual, los mexicanos estamos orgullosos.

La UNAM —más que un conjunto de magníficas instalaciones— es para todos los universitarios ese lugar donde sus sueños e ilusiones emprenden el vuelo necesario y que, increíblemente, en la mayoría de los casos, nadie logra detenerlos una vez que estos empiezan a sentir el gran honor que conlleva el tener un número de cuenta y sentirse parte de la Universidad de la Nación, pues para mí fue el más grande privilegio que pude tener y recordarlo significa una verdadera satisfacción.

En lo personal, la UNAM llegó a mi vida a través de las historias tan ilustrativas que los maestros de nivel medio superior nos daban con el afán tan grande de que sus alumnos siguieran construyendo sus proyectos de vida y alcanzaran sus sueños. Esa curiosidad juvenil y esos deseos tan grandes de trascender me orillaron a realizar mi examen de admisión a la UNAM en 2013 para estudiar la licenciatura en Derecho en mi tan querida FES Aragón. Durante mis años de licenciatura busqué, como todo estudiante, siempre aprender de los mejores docentes, pero, sobre todo, de las mejores personas. Recuerdo muy bien el compromiso que me inculcaron desde el primer día de clases: seguir por el camino de gratitud al pueblo mexicano, por todo el esfuerzo y dedicación que significa la Universidad de la Nación.

La UNAM no sólo es una institución educativa que forma a los profesionistas que ejecutarán diversos roles en la sociedad mexicana, sino que es una institución transformadora, generadora de personas con un gran sentimiento humanista, con valores y con la visión de un México mejor; es la gente mexicana que trabaja día a día, la que quiere salir adelante con gran inquietud y gratitud, la que alcanza sus objetivos a pesar de las condiciones que enfrente.

En mi viaje académico, la UNAM no sólo me formó como licenciado en Derecho, sino que cambió radicalmente mi vida, mis sueños y expectativas. Me enseñó que es válido y necesario soñar en grande, aunque muchos de esos sueños parezcan locuras; me permitió conocer formas distintas de pensar, me regaló el privilegio de estudiar durante unos meses en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Cádiz, en España; me inspiró a buscar nuevas áreas de estudio dentro de la abogacía y, a través de Fundación UNAM y AFIRME, se me reconoció por el trabajo de tesis titulado: La inteligencia artificial como nuevo sujeto de Derecho desde la perspectiva del sistema jurídico mexicano. La UNAM me sigue mostrando que basta soñar, creer y trabajar para hacerlo realidad.

Sin la UNAM, sin la labor elemental de la FUNAM, a través de todos sus programas, becas y colaboraciones, y sin el apoyo de los mexicanos que forman parte de este gran proyecto, los sueños de este joven universitario y de muchos otros que realizan sus estudios en esta Máxima Casa de Estudios dejarían sin esperanza la posibilidad de ver un México mejor. Por mi raza hablará el espíritu.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.

Abogado independiente. Ganador del segundo lugar en la categoría de Licenciatura del Premio AFIRME- FUNAM 2021 2ª Edición


 

Google News

TEMAS RELACIONADOS