La capacidad de una organización criminal para regular actividades públicas indica corrupción y complicidad por parte de los tres niveles de gobierno. Lo sucedido recientemente en Sinaloa con la cancelación de la Feria Ganadera en Culiacán, junto con el secuestro y ejecución de uno de sus líderes, es el inobjetable botón del narcoestado sinaloense; el control refleja el alcance de la influencia del cártel sobre la vida pública en todos sus niveles.

La implosión de la organización criminal contamina amplias regiones del país y exhibe el horror y las interacciones con las autoridades, donde hay una línea clara de quién impone la agenda.

La pérdida del control estatal, la extorsión y control social, la normalización de la presencia criminal, el impacto económico y social y la absoluta complicidad de las autoridades, son botones suficientes que han encendido aún más las alertas internacionales sobre el papel del gobierno de México y su fallida política de abrazos que en seis años ha empoderado de manera peligrosa a los criminales.

El contexto de lo que acontece en las esferas políticas de México y de los Estados Unidos abona a un clima de tensión adicional. Ríos de tinta han circulado sobre las consecuencias globales y regionales de la victoria de Donald Trump, junto con los nombres de los que seguramente acompañarán al magnate en su gobierno. Todas las señales muestran la ruta y el tono que predominará con la administración de Sheinbaum. Minimizar el panorama sólo abona a fortalecer el clima de incertidumbre que se esparce de manera transversal en esferas estratégicas.

La confianza entre naciones es un componente esencial para mantener la paz, la cooperación y el desarrollo. Es, en última instancia, un activo intangible que favorece la colaboración y previene conflictos. Su construcción es un proceso largo que depende de compromisos consistentes, respeto mutuo y una historia de acciones responsables.

México parece empezar a convertirse en el socio incómodo para Canadá y Estados Unidos. Los vaivenes, el lamentable espectáculo del desaseo legislativo en los últimos días muestra el poder de la Chingada y el reto para la Presidenta que está obligada a tomar las riendas de esos personajes morenos que hoy confiados, la desafían. El resultado de esa Piedra sólo ha logrado la división interna y el desprestigio de la CNDH.

Y en unos meses no habrá mucho margen de maniobra.

Lo expresado por el embajador Ken Salazar sólo confirma ese fracaso del sexenio pasado y el secreto a voces de la protección, colusión y tolerancia con los delincuentes. Nada que deba asombrar a nadie ni a flagelarse con politiquería. El timing del anuncio fue implacable en las formas y el fondo. El gobierno de Biden no quiere quedarse atrás en la narrativa del caos mexicano en la esfera de seguridad y quedan aún poco más de 60 días para la llegada del republicano a la Casa Blanca.

Trump de inicio dará golpes espectaculares para saciar la sed de sus seguidores y votantes. Uno de sus epicentros serán figuras del espectro mexicano con un enfoque en la satisfacción emocional de su audiencia, que seguramente podría complementar con evidencia visual y una narrativa poderosa.

Ha demostrado esa habilidad clave para construir una base de apoyo fiel a su proyecto.

Nadie debe confundirse. El magnate irá con todo a saldar cuentas. Y eso incluye a prominentes personajes de México.

@GomezZalce

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