Hace 50 años, un 8 de septiembre de 1973 salió al público el primer ejemplar del periódico Noroeste en Culiacán. El Lic. Silvino Silva Lozano y Rafael Morgan Ríos, junto con los empresarios Manuel Clouthier del Rincón, Enrique Murillo Padilla y Jorge del Rincón Bernal fueron los fundadores de este medio de comunicación independiente en Sinaloa. El licenciando Silva, su director fundador, lideró el diario por 19 años y después lo sucedió Jesús Cantú Escalante como director editorial.
Noroeste nace con Luis Echeverría como presidente de la república; un gobierno populista, autoritario, de izquierda, que promovía la lucha de clases y atacó la pequeña propiedad del Valle Yaqui y de Sinaloa, y además, en ese sexenio se asesinó a 2 pro hombres de la iniciativa privada como lo fueron don Eugenio Garza Sada, de Monterrey, y don Fernando Aranguren, de Jalisco. También se caracterizó por golpear a la prensa libre como el Excélsior que dirigía Julio Scherer García.
En los 70´s fue una época donde hablar de periodismo independiente era impensable. Silvino decía que fundar un medio independiente en Sinaloa era una locura. Hoy la refundación del periódico Noroeste ante la era digital, el cambio de modelo de negocio, y el ambiente político y criminal que se vive, sigue siendo una locura … pero vale la pena intentarlo.
Ejercer un periodismo libre, que no se somete al poder político ni al económico y que contribuye a expandir las libertades en Sinaloa, exige una lucha permanente para defender esa libertad que otorga categoría de persona al ser humano.
La vida del periódico Noroeste ha estado marcada por la represión de los gobernantes autoritarios que se enojan con quienes no pueden controlar.
El gobernador Alfonso Calderón (1975-1980) amenazó de muerte al Lic. Silva. Toledo Corro (gobernador 81-86), quiso intervenir fiscalmente a Noroeste y además promovió un boicot publicitario con algunos empresarios para que no se anunciaran en el diario.
Luego el gobernador Juan Millán (1999-2004) se empeñó en destruir a Noroeste reprimiendo a su director, golpeando el patrimonio de la editorial, vetando la publicidad de su gobierno a Noroeste y apoyó a la competencia inyectándole muchísimo dinero.
Después Malova (2011-2016) creyó que sí podría acabar con esta editorial y se dedicó a golpear el patrimonio operativo promoviendo el robo de motocicletas de reparto de suscripciones y camionetas de distribución. Éste se ensañó contra Noroeste y agredió físicamente a repartidores, reporteros, y directivos del área comercial y editorial, incluyendo a su director general, Adrián López O. quien fue balaceado simulando un robo.
Noroeste también sufrió represiones de los gobiernos federales de Felipe Calderón y de Peña Nieto, aparentando problemas fiscales. A diferencia de muchos otros medios de comunicación del país, Noroeste no ha vivido de la publicidad oficial y ha padecido severas crisis económicas, pero ha ido saliendo adelante con el apoyo de sus lectores y anunciantes.
México necesita más que nunca de contrapesos, ya que a nadie nos convienen la concentración del poder y gobiernos autoritarios.
La tarea fundacional de Noroeste de formar ciudadanía y de tener buenos gobernantes a través del ejercicio periodístico sigue inconclusa, pero después de 50 años nos preguntamos, ¿cómo sería Sinaloa si no hubiera existido Noroeste?