El pasado 6 de enero escuchamos a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, en una entrevista con los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez hablarnos del sector energético y la visión de este gobierno con respecto a Pemex y CFE.
Nos dice la titular de Sener que “tenemos la fortuna de tener dos empresas del Estado muy grandes como es una petrolera y la de la electricidad” y que ellos están viendo "lo mejor para el país.”
Nahle entusiasmada habla de la refinería de Dos Bocas: “Es un proyecto espléndido, es una gran obra a nivel mundial y lo estamos haciendo los mexicanos”.
Nos dice que pretenden concluir la obra el 2 de julio de este año para iniciar pruebas de arranque que podrían llevar 6 meses y así meter el primer barril de crudo en 2023. “Esta refinería costaría más del doble si se quisiera hacerla hoy. Es una gran obra, yo estoy muy contenta y vamos a entregarla este año”, concluyó la secretaria.
Vale agregar a los comentarios de la secretaria Nahle que Pemex está totalmente quebrada y así lo dicen los estados financieros que manifiestan que los pasivos son superiores los activos de la paraestatal generando que su patrimonio sea negativo, es decir, está en quiebra técnica.
Los auditores externos de la paraestatal han establecido una nota a los estados financieros dictaminados al 31 de diciembre de 2020 (último dictamen disponible) donde cuestionan la factibilidad de la empresa como negocio en marcha además de que el patrimonio de Pemex es superior a los 2 billones de pesos negativos.
Con esto dejo constancia de que la inversión en la refinería de Dos Bocas más la compra de la refinería Deer Park son un despropósito que no contribuyen al rescate de Pemex, solo sirven para alimentar el discurso y el ego del Presiente López Obrador, mientras impactan negativamente en el flujo de la petrolera mexicana. La inversión en Dos Bocas no es solo lo que va costar la inversión en activos fijos que se estiman en 9,000 millones de dólares según declaraciones oficiales, deben incluir las necesidades del capital en trabajo más el flujo de efectivo necesario para el periodo de años que dicha refinería presentará pérdidas hasta alcanzar su punto de equilibrio.
Con esto podemos ver que al presidente López no le interesa salvar a Pemex, ni siquiera le preocupa dejarlo en una situación financiera peor de la que lo recibió, su único interés es presentar una obra terminada, y repetir el discurso de “la autosuficiencia energética”, aunque sepamos que esto no es sustentable en el tiempo. Que importa, él ya se habrá ido y habrá dado a los mexicanos atole con el dedo, ya que los pasivos de Petróleos Mexicanos se seguirán deteriorando.
Así concluye un estudio de factibilidad económica que realizó el IMCO en abril de 2019 por los investigadores Jorge Castañeda y Ana Thaís Martínez, donde señalan que Pemex necesita un plan de negocios coherente y realista para salir de la quiebra técnica, y este proyecto de Dos Bocas es un serio obstáculo para ello.
El proyecto tiene solo un 2% de probabilidad de ser rentable por lo que Dos Bocas destruirá valor a Pemex. Finalmente, el estudio propone reasignar recursos a actividades que incrementen la viabilidad financiera a Pemex como son mantenimiento y modernización de las 6 refinerías actuales, y las áreas de exploración y producción de crudo.
Una vez más el dogmatismo presidencial desoyó los otros datos, los técnicos.
Ingeniero y empresario.