La medicina es la ciencia que por antonomasia estudia la prevención, cuidado, conservación y restablecimiento de la salud, misma que ha sido de gran importancia para la sociedad desde el principio de la historia, pues gracias a ella se ha evolucionado en el tratamiento de enfermedades y en la calidad de salud de las personas.
No obstante, la medicina requiere una visión vanguardista, que permita adecuarse a las necesidades de las sociedades contemporáneas, una misión que sin duda alguna resultaría imposible sin la ayuda de las y los profesionistas de la salud. Es el caso que las y los médicos representan un pilar fundamental en el sistema de salud de cualquier país en el orbe, pues son ellos quienes llevan la mayor responsabilidad para el eficiente funcionamiento del sector.
Por ello, en reconocimiento al desempeño y ardua labor que realizan los profesionistas de la salud, en el año de 1937, durante la Convención de Sindicatos de Médicos Confederados de la República Mexicana en homenaje al ilustre doctor Valentín Gómez Farías, se acordó conmemorar el día 23 de octubre de cada año como el día de las médicas y los médicos.
Justo es señalar que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) emitió la estadística a propósito de las personas ocupadas como médicos, en la cual se señala que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al segundo trimestre de 2021, México contaba con 305,418 personas ocupadas como médicos, de las cuales 54% son hombres y 46% mujeres; asimismo para el personal médico el pago promedio por hora trabajada es de 122 pesos, lo que si se compara con otras naciones pertenecientes a la OCDE es de las tasas más bajas.
Indiscutiblemente las y los médicos del país, se han convertido en una pieza clave para reinventar y transformar el sistema de salud mexicano, un ejemplo de la gran labor que desempeñan las y los médicos día a día, se acentuó derivado de la pandemia por Covid-19, pues a pesar de los estragos que ha causado en diversos sectores, las y los médicos han estado en primera línea de batalla trabajando con la capacidad máxima durante estos dos años de pandemia, una profesión que sin duda requiere la mayor de las empatías y nobleza para su ejercicio.
Honor a quien honor merece, por ello, hace pocos días el Senado de la República entregó la medalla Belisario Domínguez, en su edición 2020, a las y los integrantes del sistema de salud en México, por su incansable labor durante la pandemia Covid-19.
Cabe mencionar que es inentendible un escenario en el que quienes ejercen esta profesión sean demeritados, amedrentados y poco apoyados en sus demandas, particularmente cuando a pesar de ser un área de atención pública y el cumplimiento de un derecho fundamental, los servicios de salud han carecido de muchos padecimientos, sin ser culpa de las y los médicos.
Bajo esta tesitura, actualmente el personal de salud enfrenta diversos retos, entre ellos destacan la precariedad de insumos y medicamentos necesarios para hacerle frente a la pandemia de Covd-19 y el cúmulo de las demás enfermedades, lo que conlleva a un mayor riesgo de contagio para ellos. Al respecto el director de la OMS señaló que una de cada tres personas infectadas por Covid-19, son médicos y que hay países en los que la proporción llega a ser uno de cada tres; asimismo debido a la escasez de especialistas surgió la necesidad de capacitar a médicos de otras especialidades o sin especialidad para complementar el déficit y poder así atender a la población mexicana.
En esta coyuntura, es apremiante conocer, reconocer y aplaudir el esfuerzo y labor que realizan las y los médicos mexicanos, al tiempo de fomentar acciones que permitan retribuirles un poco de lo que estos profesionistas han abonado en la salud de las y los mexicanos.
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@manuelanorve