Tras la presentación del respectivo informe de gobierno ante el Congreso de la Unión por parte del Poder Ejecutivo Federal, cada una de las Cámaras procede a realizar la denominada “glosa”, a través de la cual los grupos parlamentarios realizan un análisis político, jurídico, económico y social de dicho documento en aras de esclarecer el estado actual en el que se encuentra la vida pública nacional.
En ese sentido, un informe de gobierno debería tratarse de un reporte que refleje el estado real del país, enumerando los pendientes a resolver. Sin embargo, nos enfrentamos a un documento distinto, pues pretende ignorar la desigualdad social, el abandono a grupos vulnerables y el desmantelamiento institucional.
Además, un punto crucial es el crecimiento del Producto Interno Bruto. Aunque se presume como un éxito, la realidad es que no ha llegado a los hogares mexicanos ni a las mesas de las familias que luchan por tener algo que comer cada día.
Por ello, la brecha entre ricos y pobres no solo persiste, sino que se ahonda cada día más. Las micro, pequeñas y medianas empresas, que son el corazón de nuestra economía, se encuentran en el abandono, luchando como pueden contra la adversidad, sin un gobierno que les tienda la mano.
Se ha alardeado que la inversión extranjera es un indicador de éxito; sin embargo, se pretende ignorar que la inversión obedece a factores externos y que de ninguna forma se puede meter en esta a las remesas, ya que son el fruto del sacrificio de nuestros compatriotas que han tenido que cruzar fronteras en busca de oportunidades que en territorio nacional no encontraron. De hecho, cada dólar de remesas refleja un fracaso de la política pública económica y laboral del partido en el poder.
En el sector energético, vemos una apuesta por los combustibles fósiles que nos alejan de un futuro sostenible. Además, las tarifas eléctricas son otro detonante de la inflación, subiendo sin control y afectando directamente a la población.
Asimismo, es inadmisible que en un momento en el que la salud debe ser prioridad, se recorte el presupuesto destinado a este sector en 55.8% para 2024.
El sector turístico, fuente de riqueza y empleo para estados como Guerrero, verá lamentablemente reducido su presupuesto en 98.7%.
También es importante mencionar que los jóvenes, presente y futuro de nuestra nación, merecen oportunidades reales de educación y empleo. Necesitamos un gobierno que crea en ellos y les brinde las herramientas para construir un futuro mejor, no solo promover programas asistencialistas que a mediano y largo plazo pocos beneficios generarán.
Por estas razones, desde el Grupo Parlamentario del PRI en el Senado de la República hacemos un llamado a la administración actual a que se conduzca con veracidad y responsabilidad. No se deben ocultar en cifras maquilladas, pues es crucial enfrentar la realidad de un país que demanda acciones concretas y no solo palabras.
Necesitamos un México en el que el crecimiento económico se traduzca en bienestar para todas y todos. Estamos convencidos de que la sociedad merece algo mejor. Es momento de actuar y hacerlo juntos en búsqueda de un futuro más justo y próspero para todos.