México es una nación con una inconmensurable riqueza natural, cultural e histórica, que nos ha posicionado como uno de los principales destinos turísticos del mundo. Dicha actividad económica por décadas ha sustentado gran importancia para el desarrollo social y el crecimiento económico de diversas regiones del país. Sin embargo, en los últimos meses se ha reflejado un panorama preocupante, con propuestas y acciones que han desenmascarado que la administración pública federal no considera al turismo como una actividad prioritaria.

En este tenor, se engloban declaraciones recientes del gobierno federal encaminadas a crear condiciones más complejas para los flujos turísticos.

En primer término, se encuentra la ausencia de una verdadera estrategia de promoción para el turismo, donde se han limitado y escatimado los recursos técnicos, humanos y financieros para difundir a las regiones mexicanas, dejando en un plano muy lejano el constante posicionamiento y conocimiento de nuestros destinos turísticos ante el mundo.

Aunado a lo anterior, el gobierno federal propuso suprimir los fines de semana largos donde omitió considerar los efectos económicos adversos que conllevaría esta medida contra miles de familias mexicanas.

Justo es señalar que los denominados “puentes vacacionales” previstos en el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, representan una gran oportunidad para que muchas personas salgan de viaje a diversos destinos turísticos del país, como al estado de Guerrero, contribuyendo a la derrama económica en beneficio de la población.

Es importante recordar que hace tan sólo 12 meses, la Secretaría de Turismo del gobierno federal informó que el fin de semana largo, del 2 al 4 de febrero de 2019 dejó una derrama económica superior a los 2 mil 300 millones de pesos; mientras que en el caso de Guerrero, el reciente puente del 1 al 3 de febrero, dejó una derrama económica superior a los 400 millones de pesos, con una afluencia a sus puertos de más de 160 mil turistas y una ocupación hotelera promedio del 85.3%.

Lo anterior da cuenta del enorme impacto de beneficios que han constituido estos días de asueto, donde se impulsa el turismo interno y se generan magnas ventajas para las economías de las regiones que reciben a los vacacionistas.

Asimismo, a la par de esta latente amenaza contra la denominada industria sin chimenea, destaca el anuncio de que a partir del primer minuto del pasado 5 de febrero, CAPUFE aumentó el peaje de toda la red de Autopistas que administra, incluyendo la Autopista del Sol, que es una de las tres vías más transitadas del país, en especial en épocas vacacionales cuando el aforo vehicular puede alcanzar más de 32 vehículos por minuto.

Así, además de escatimarse todo esfuerzo en la promoción turística, también se ponen mayores trabas a los vacacionistas, primordialmente a los nacionales, con aumentos en las casetas y el riesgo de eliminar los fines de semana largos que han dado favorables resultados para todos.

Sin duda alguna, a las y los guerrerenses nos extraña y preocupa la forma en que las acciones emanadas desde la administración pública federal descuidan y atentan contra la fortaleza turística de los principales destinos. Por ello, es apremiante dirigir las estrategias en la dirección correcta para impulsar la llegada de más visitantes a los destinos, al tiempo de apreciar a los puentes vacacionales no sólo como un asueto en relación a una conmemoración histórica, sino también como una política pública de impulso al sector turístico.



Senador de la República.
@manuelanorve

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