En cumplimiento del mandato establecido por el artículo 65 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el pasado 1 de febrero el Congreso de la Unión se reunió en el Palacio Legislativo de San Lázaro para dar inicio al segundo periodo de sesiones ordinarias, del primer año de ejercicio de la LXV Legislatura.
En la práctica, este hecho implica formalmente la reanudación de las actividades legislativas, pues recordemos que durante los periodos de receso en los que entra en funcionamiento la Comisión Permanente, las y los diputados federales, así como las y los senadores no tienen la facultad de legislar, salvo que se avale un periodo extraordinario de sesiones en el que se traten asuntos exclusivos que defina la convocatoria.
De manera que, en el funcionamiento del sistema político mexicano, la reanudación de los periodos ordinarios de sesiones implica un momento trascendental para la vida pública nacional, atrayendo el Congreso los reflectores de la discusión de temas de gran relevancia, como la reforma en materia de la industria eléctrica, donde en la Cámara de Diputados se realiza el ejercicio del Parlamento Abierto para allegarse de la información más amplia, precisa y visionaria del futuro que habrá de adoptar el sector.
Este segundo periodo ordinario de sesiones seguirá marcado por los grandes retos que se presentan en los terrenos social, político, económico y sanitario en los que se encuentra sumergido nuestro país.
Indiscutiblemente, es imperante levantar la voz desde la tribuna legislativa en favor de mejores condiciones y oportunidades para las y los mexicanos. Bajo esta tesitura, parte de los compromisos que las y los legisladores priistas asumimos van encaminados a impulsar la reactivación económica nacional, trazando como acciones impulsar una estrategia integral de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como a los trabajadores que a causa de la pandemia han sufrido pérdidas económicas importantes.
Asimismo, es indispensable respaldar al sector turístico que ha sufrido severos embates y ha golpeado a regiones que dependen de la denominada industria sin chimeneas.
Tampoco hay que perder de vista aquellas acciones que redunden en beneficios tangibles e inmediatos para la población, como el cumplimiento del compromiso al que se sujetó desde un principio el gobierno federal de reducir los costos de la luz y de las gasolinas.
De forma paralela, en atención al complejo panorama de salud que se vive derivado de la contingencia sanitaria por Covid-19, exigiremos que el gobierno federal cumpla con la obligación de garantizar el derecho a la salud para todas las personas y libere la adquisición, distribución y aplicación de vacunas en todo el país, pudiendo incluso destinar los recursos que se pretenden otorgar a la revocación de mandato.
Aunado a lo anterior, el mal manejo de la contingencia sanitaria no debe quedar impune, hoy más que nunca se requiere que las autoridades sanitarias rindan cuentas. Para ello, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell debe acudir al Senado de la República para explicar las mentiras e incongruencias en las que ha caído su administración.
Entre muchos otros, estos serán algunos de los temas que en este periodo ordinario de sesiones que inicia, las y los legisladores habremos de abordar, debiendo no perderse de vista bajo ninguna circunstancia los principios y valores democráticos y constitucionales que debemos hacer valer en todo momento.
*Senador de la República